Gubernamental

El genio lo ha decidido: TVE es gubernamental desde el primero hasta el último de sus programas. No habla un catedrático de ética informativa, ni una analista de contenidos. No responde al dictamen de un Consejo de la Información, ni de un Comité de Redacción, ni de una organización de periodistas. Es una de tantas ocurrencias del jefe de la oposición, Mariano Rajoy, en su intento de justificar la negativa a debatir con Zapatero ante las cámaras de la televisión pública estatal. Dice que prefiere las privadas por "independientes", y concuerda con la derecha mundial en general a la hora de primar la educación privada, la sanidad privada, el transporte privado, las carreteras privadas, las bibliotecas privadas y hasta los cementerios privados. (No mucho después de la proclama parece que Rajoy se ha rajado de rajarse y, vaya lío, aún no sabemos si finalmente debatirá o no debatirá con el "fiera" del presidente en la abominable "gubernamental").

Don Mariano: usted sí que entiende de gubernamentalidades, aleccionado por tantos adalides de la función sectaria de los medios de comunicación. Mírese tele-Espe, la más cuestionada por sus profesionales. Repase las listas negras de la televisión autonómica gallega... Asómese a la infame parrilla, a la manipulación y la censura en todas ellas... Dése una vuelta por la redacción de nuestro Canal 9, donde la realidad de la incompetencia elevada al organigrama y el ajusticiamiento profesional de quien no se somete llega a superar la peor de las pesadillas...

Gubernamental, dícese del gobierno, don Mariano, usted sí que sabe. Pero siempre se puede aprender algo nuevo, y sobre TVE le recordaré la vergüenza en que en su día nos sumieron Buruaga y Urdaci y todos sus buruaguitas y urdacitos que en cascada decidían qué era y qué no era noticia. Lo era siempre la agenda oficial. No lo era el caso Fabra, por poner sólo un ejemplo. ¿Le cuento, señor Rajoy, de aquella editora que desde Madrid nos enviaba consigna de dar bombo al Museo de las Ciencias en plena precampaña? ¿O de enfocar mucho a su prima en los Moros y Cristianos de Alcoi? ¿Me creerá si le digo que incluso después de que Acebes reconociera "la pista islámica" nuestros informativos, por decisión superior, insistían en el "sangriento atentado de ETA"? Y había que ver cómo gozaba aquel presidente cartagenero rodeado de micrófonos, haciendo padecer a quienes los sostenían, largando peroratas de 20 minutos. Sufríamos aquello y no alcanzábamos a entender que quisiera comprar medios, o hacer que otros los compraran de su parte para servirle mejor. Total, ya eran todos (o casi) suyos, rendidos y desarmados, la pura antítesis del periodismo inquisitivo y libre. Qué tiempos siniestros. Cómo pudimos sobrevivir.

¿TVE gubernamental dando cancha a antigubernamentales, en ocasiones más papista que el papa, complaciente eco de grandes y discutibles fastos?

Hágaselo mirar, don Mariano, glorioso y preclaro líder. Y una vez más, viva el vino.