_
_
_
_
Reportaje:

El compás de la naturaleza

Dos músicos de Santiago presentan en Marruecos un órgano de agua

Aunque el cambio climático parece que va a dar al traste con el tópico, la tierra del agua, la de los mil ríos y el lugar "donde la lluvia es arte" conserva cierto grado de humedad capaz de servir de excusa para ejercitar el aliento creador y descubrir nuevos significados en los hechos que acompañan nuestros hábitos cotidianos. "La lluvia y el agua tienen una rítmica que no oímos, hay que escucharlas de una manera consciente dado que son órdenes desconocidos", dice el batería vallisoletano Luis Alberto Legido, padre, junto con otro batería, el coruñés Patxi Valera, de un instrumento llamado aquófono. Un órgano de agua.

Procedían de órbitas distintas, pero la fascinación por la improvisación libre cruzó sus caminos en Santiago, su centro de operaciones. Uno llegó del mundo del jazz, donde Legido sigue ejerciendo como batería de Sumrrá, una de las formaciones gallegas más destacadas de este estilo; otro, de la variante sinfónica con toques de psicodelia del rock, lugar en el que la banda coruñesa Kozmic Muffin, de la que Valera fue batería, adquirió consideración de grupo de culto a principios de los 90. La búsqueda de las posibilidades creativas de la fluctuación sin normas del sonido los convirtió en investigadores y fundadores del grupo Parto. Nada más nacer, prestaron sus oídos al agua.

"Nuestro primer prototipo fue un timbal y un fregadero"
En La Rioja cambiaron el tipo de líquido e hicieron un 'vinófono'

"Nuestro primer prototipo fue un timbal y un fregadero", recuerda Valera. Ese fue el origen del aquófono, un instrumento de percusión en el que las gotas de agua sustituyen a las baquetas. De una estructura superior cuelgan ocho goteros médicos rellenos de líquido cuya frecuencia es regulable. Normalmente es agua, aunque a principios de otoño pudieron experimentar con la sonoridad del vino de Rioja cuando fueron invitados a presentar en Logroño este órgano peculiar convertido en vinófono. El impacto de esa lluvia en una pecera que recoge su caída en la parte inferior activa, a su vez, ocho pastillas electrónicas que funcionan a modo de interruptores de contacto a los que se asigna cualquier tipo de sonido.

El aquófono ya ha sonado en auditorios, colegios y museos como la Casa de las Ciencias de A Coruña o el Marco de Vigo y en encuentros como el Salón Joven de Nuevas Tecnologías de Castilla-León. El viaje número 18 fue a Rabat, en donde la lluvia digital regó un congreso sobre agua y desertización organizado por el Ministerio de Medio Ambiente de ese país y patrocinado por el Instituto Cervantes. El director cultural del centro de Rabat, Alfredo Mateos, los descubrió en Madrid en una muestra de artes escénicas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Este órgano que funciona con agua y electricidad estuvo varios días instalado en el museo científico Villa des Arts de la ciudad marroquí como una escultura interactiva que sedujo al público del seminario, escolares y universitarios en su mayoría. A los miembros de Parto les sorprendió la naturalidad con la que la gente se acercó al aquófono para hacerlo sonar. Valera piensa que cuando lo enseñan en casa los niños se lo toman igual que el recreo. "Aquí les hace gracia dejar caer el agua, el juego. Allí fue algo de gran profundidad y hasta inocente, como descubrir la función del pulgar opositor. Se quedaron más sorprendidos".

El resultado se parece a lo que deben de ser las pulsaciones de la naturaleza, una compositora sin partitura que transforma en música un caos rítmico, la lluvia. Ambos músicos creen que han descubierto tan sólo unas pocas sonoridades. "Nunca antes habíamos escuchado las estructuras que conseguimos con él", explica Legido. "Por medio del aquófono percibimos esa cadencia natural que está a nuestro alrededor". Por el momento, los sonidos que se ejecutan con ese compás libre de la naturaleza suelen estar destinados a crear un clima de relajación. Su posible aplicación como herramienta de musicoterapia es uno de los terrenos en los que más les apetece aventurarse, en especial, en los estudios sobre el sueño. Y, sobre todo, seguir improvisando piezas musicales únicas y efímeras.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_