Los 50.000 afectados de Air Madrid siguen sin cobrar un año después

Fue una Navidad trágica para los ecuatorianos que trabajan en España. Miles de ellos se quedaron sin volar a su país cuando cerró Air Madrid hace ahora un año. Lo mismo les pasó a otros muchos españoles y extranjeros. Hijos varados en Madrid con las cenizas de su madre en las manos, recién casados, niños que esperaban ver a sus padres tras largas ausencias, empleos perdidos por no volver a tiempo del viaje... La tragedia se desbordó unos días después, cuando fueron asesinados por ETA dos compatriotas en la T-4 de Madrid-Barajas.

Uno de los mayores acreedores es el ministerio, que reclama 6,5 millones

Unos 5.400 pasajeros fueron trasladados por el dispositivo que montó el Ministerio de Fomento, otros cientos en aviones militares españoles y venezolanos... Pero otros miles tuvieron que endeudarse, como le ocurrió a Elva Guevara, ecuatoriana de 38 años, madre de dos hijas, una enferma del corazón, que contrajo una deuda de 8.000 euros cuando su esposo quedó varado en Quito. O el caso de Viviana Morales, de 25, cuya madre había muerto en mayo de 2006. Aún guarda en su cuarto sus cenizas porque a los problemas económicos que le ocasionó el cierre de Air Madrid se sumó la burocracia. "Nunca pensé que pudiese cerrar Air Madrid porque en España es todo... más seguro que en mi país".

Han pasado 12 meses y las 50.000 víctimas del cierre de Air Madrid siguen sin cobrar el importe de sus billetes, engullidos en la vorágine judicial, por lo penal, lo contencioso y lo mercantil. Por lo moral no hay resarcimiento posible. El concurso de acreedores (suspensión de pagos) sigue empantanado en el Juzgado número 5 de lo Mercantil de Madrid, que ha cambiado de titular.

Los administradores designados por la justicia creen que tendrán su informe listo en unas semanas, pero ni siquiera se sabe aún cuántos afectados tienen derecho a cobrar. Entre 30.000 y 50.000, según las fuentes. Si los representantes de la mitad de la masa de deuda (entre 90 y 100 millones de euros, según el abogado de la compañía) aceptan la propuesta de convenio de Air Madrid (pago del billete íntegro a los viajeros si renuncian a otras acciones legales y el 50% a los otros acreedores), y si no hay impugnaciones, los viajeros cobrarían en un año. Pero si no aceptan y hay que liquidar la compañía, no cobraría nadie. "No hay ningún activo que liquidar", señala una fuente jurídica conocedora del proceso.

Uno de los mayores acreedores es Fomento, que reclama 6,5 millones por el operativo que montó tras el cierre, además de otras cantidades, millonarias pero aún no evaluadas, por 16 expedientes sancionadores, de ellos la mitad aún sin resolver. Pero Fomento no ha decidido si se adhiere al convenio.

Del resto de acreedores, aún no se sabe cuántos aceptan la propuesta de Air Madrid, cuyo presidente, José Luis Carrillo, está dispuesto a hacer frente con sus recursos personales a la devolución de los billetes no utilizados, a cambio, eso sí, de que renuncien a las indemnizaciones. Una condición que indigna a una de las abogadas que representan a los afectados, Montse Ramírez, del Centro Hispano Ecuatoriano. "No me gusta que se pida a la gente que renuncie a sus derechos", dice.

Carrillo tiene además un proceso penal abierto en la Audiencia Nacional, archivado por el juez instructor y pendiente de recurso. Los demandantes sostienen que hubo delito al seguir vendiendo billetes cuando sabían que Fomento les iba a retirar la licencia para operar. A su vez, Air Madrid ha recurrido en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid las acciones administrativas de Fomento.