_
_
_
_
Reportaje:NBA

Vuelve 'la máquina verde'

Boston Celtics, el equipo más laureadode la Liga, revive su pasado glorioso

No es una quimera. El sueño de volver al pasado glorioso se está haciendo realidad. Ya se preveía que Boston Celtics, el equipo más laureado de la NBA con sus 16 anillos de campeón, iba a estar esta temporada entre los mejores. Las incorporaciones de Kevin Garnett y Ray Allen junto a Paul Pierce le debían dar más protagonismo que en las tristes campañas anteriores. Especialmente que en la última, en la que cosechó la peor racha de derrotas en su historia, 18, y terminó la primera fase con sólo 24 partidos ganados y 58 perdidos, el penúltimo.

De la noche al día, Boston no sólo se está mostrando como un conjunto de entidad suficiente para ser de nuevo campeón, sino que va por récords. El próximo miércoles, por ejemplo, una victoria sobre Detroit Pistons, líder de la División Central, les supondría batir la plusmarca de triunfos consecutivos en casa, 12-0, que igualaron el viernes al ganar a Milwaukee por 104-82. La consiguieron en el curso 1984-85, cuando llegaron, en su última etapa esplendorosa, a una de las finales de conferencia y perdieron con los Lakers.

Con Garnett, Pierce y Allen, lleva el mejor promedio de victorias del campeonato
Su último anillo, el 16º, fue hace 21 años, y el pasado curso fue el peor de su historia
Más información
Calderón no puede hacer nada ante el poderío de los Celtics

Ahora, el big three, el gran trío que lidera el equipo, ha encarrilado éxitos y buen juego. Garnett, Pierce y Allen son la base del engranaje dirigido por Doc Rivers, pero incluso en ausencia de alguno la máquina verde sigue funcionando. ¿Cómo se le quedan su División Atlántica o la Conferencia Este? Pequeñas. Boston lleva el mejor promedio, con gran diferencia, de los 30 equipos del campeonato: 20 victorias, las últimas nueve consecutivas -empezó con ocho, récord del club-, y sólo dos ajustadas derrotas, en Orlando y Cleveland.

El éxito de Boston siempre es especial porque es parte fundamental de la historia de la NBA. Club y Liga comenzaron a la vez, en 1946, como los Lakers, que ganaron antes sus primeros títulos, pero se estancaron en 14 en 2002. Sólo a dos anillos de los Celtics, que sumaron su 16º entorchado en 1986 y marcaron un hito con ocho seguidos, arrolladores, entre 1959 y 1966.

Por ello, volver a la cima en el caso de los nuevos Celtics es hacerlo con pudor, con respeto a su pasado enorme, algo similar a lo que le puede ocurrir al Real Madrid, de nuevo aspirante a la Euroliga. Decir Boston es recordar muchos mitos. Desde el entrenador Red Auerbach, gran líder de la larga racha triunfal, hasta Bob Cousy, récord de asistencias; Bill Russell, rey de la defensa y jugador con más anillos de la NBA, 11, los dos últimos también como técnico; John Havlicek, el jugador completo, o los gigantes Kevin McHale y Robert Parish, que acompañaron a Larry Bird, el Einstein del baloncesto, como le apodó un compañero, y que completó la Trinidad mágica de los 80 con Magic Johnson y Michael Jordan.

La historia, al menos en pequeña dosis, puede repetirse 22 años después. Gran parte de los aficionados que ahora peinan canas, o ni eso, recuerdan el esplendor. Lo comentaba uno de ellos en el American Airlines Arena, de Miami, tras una nueva victoria de su equipo ante el Heat: "Todo es distinto, claro. Nunca volverá a existir un Larry Bird. Todavía me acuerdo del último título. Y de aquel partido antes de la final contra Chicago. Ganamos, pero Michael Jordan metió 63 puntos. Yo no llegué a ver a Bill Russell, pero estos chicos de ahora son la bomba. El ambiente que hay en la ciudad es de euforia total. Ya era hora".

No es de extrañar. Boston había aplastado la noche anterior a los Knicks de Nueva York (104-59), la sexta victoria por más margen de su historia y una muestra de la mejora en la defensa. Ante Miami fue tal la superioridad de Garnett y compañía que muchos hinchas se fueron antes de la mitad, incapaces de ver la humillación del campeón de hace dos años. El resultado, 85-95, no reflejó el paseo, pero dejó la huella del futuro.

Pierce penetra ante Redd, de Milwaukee Bucks, el pasado viernes.
Pierce penetra ante Redd, de Milwaukee Bucks, el pasado viernes.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_