"Un mal trago"

Manos a la cabeza, mirada al suelo y oportunidad perdida. Ésta es la tónica de los jugadores del Barça en campo ajeno, donde no ganan ni a la de tres. En 2007, entre una temporada y otra, sólo han logrado cinco victorias por siete empates y siete derrotas en las 19 salidas ligueras. O, lo que es lo mismo, 22 puntos de 57 posibles. Raquítica estadística para una plantilla que aspira a ganar la competición. Exigido por la calidad de sus futbolistas, el Barça se bate hoy contra su mala racha y contra el Valencia en Mestalla antes de recibir el próximo domingo al Madrid, líder con cuatro puntos de ventaja. Escenario idóneo para el Barça, que se ha cobrado más victorias que nadie en el estadio valencianista: 28 en 72 duelos. Un dato, sin embargo, que contrasta con las dos últimas visitas azulgrana, que se contabilizan por derrotas. "Hay que empezar fuerte y marcar lo antes posible la diferencia", convino ayer Frank Rijkaard; "no debemos dar al Valencia la posibilidad de crecerse en el partido".

Sufre de abstinencia el Barça lejos del Camp Nou. Esta temporada ha sumado 7 puntos de 21 posibles con una única victoria y ante el colista Levante (1-4). El resto, cuatro tablas y dos capitulaciones. "Es un mal trago porque lo hacemos todo bien menos esto", expone Xavi. "No sé por qué no conseguimos imponernos lejos de casa, pero está claro que debemos hacerlo ya", concede Iniesta, que de jugar hoy alcanzará la cifra de 200 partidos con la camiseta azulgrana. Eto'o opina del mismo modo: "Aunque no es algo que nos preocupa, tenemos que cambiar la dinámica". Y Xavi recoge de nuevo el testigo: "Tenemos la sartén por el mango y se trata de romper el hielo. Cuando ganemos fuera, ganaremos todos".

Los números de Rijkaard son expresivos. Desde el invierno de la temporada 2003-2004, cuando encontró con Davids el sistema de juego, el Barça sólo ha tropezado dos veces en 77 partidos en su estadio. Ambas derrotas, ante el Atlético. Y la última data del 5 de febrero de 2006. En sus 77 últimos partidos lejos del Camp Nou, por el contrario, ha perdido en 19 ocasiones. "La razón puede ser que el rival, cuando está en su casa, nos juega más directo y ofensivo. Y nosotros estamos acostumbrados a que los adversarios se cierren", mantiene Xavi. Pero Bojan tira de optimismo: "En el último partido, ante el Espanyol, estuvimos a punto de ganar y se vio una clara mejoría. En la Liga de Campeones, además, ya hemos roto esa estadística [se batió al Stuttgart]". Así lo defiende Thuram: "Últimamente, estamos mejor fuera de casa. Ahora nos toca demostrarlo ante el Valencia, un gran rival". A lo que Xavi matiza: "Mestalla es un mal lugar para ganar porque es un campo que en las últimas temporadas no se nos da muy bien. Pero necesitamos la victoria y no nos queda otra que conseguirla".

Para romper el hielo, Rijkaard recupera a Deco, Abidal, Touré y Zambrotta tras sus respectivas lesiones. En la lista y, probablemente, en el campo estará Ronaldinho, en tela de juicio desde hace más de un año por la falta de efectividad en su juego. "Ronnie ha mejorado, pero creo que un jugador de su categoría tiene que sacrificarse en todas las circunstancias y mentalizarse para ser más fuerte", esgrimió ayer Rijkaard. El Barça también se conciencia y conjura para vencer en campo ajeno, su punto flaco. Hoy tiene la última oportunidad si se trata de discutir el liderato con el Madrid.