"Guti perdió el sitio con su expulsión en Murcia"

Los irreductibles del Lazio destrozaban muebles en las afueras del estadio Bernabéu y se pegaban con la Policía Nacional mientras el técnico del Madrid, Bernd Schuster, celebraba el objetivo logrado: "Queríamos ser los primeros del grupo para jugar el partido de vuelta de los octavos de final en casa y lo hemos conseguido. El rival que nos toque será difícil en cualquier caso. Así que me da lo mismo".

El partido discurrió con una tranquilidad sólo interrumpida por los cánticos fascistas de los hinchas del Lazio y de sus amigos y correligionarios, los madridistas del grupo Ultras Sur.

Lo más extraño de la noche fue ver a Guti sentado en el banquillo con los suplentes por primera vez esta temporada en Chamartín. Schuster lo explicó con naturalidad: "Por supuesto que no está castigado. Aquí no castigamos a nadie".

"Yo tampoco diría que hemos encontrado el centro del campo ideal", agregó el técnico; "es sólo que en el fútbol las cosas pasan así. Baptista entró contra el Racing porque a Guti le sancionaron por su expulsión en Murcia. Realmente, Guti perdió su sitio en Murcia. Baptista entró tres veces. Marcó dos goles. El primero, en Murcia saliendo del banco. Y el segundo, hoy. Cumplió y creímos que debíamos seguir dándole confianza. Habría sido injusto no darle continuidad. Guti es mayor y lo sabe. Esto no quiere decir que no pueda jugar de entrada en el futuro. Es muy positivo saber que tenemos jugadores que pueden entrar por otros y que el equipo seguirá funcionando bien. Eso demuestra que hay una plantilla de calidad".

Schuster es un tipo transparente. Desde hace días se le nota tranquilo. Sólo le falta bostezar para completar un cuadro de balneario. Al salir de la conferencia de prensa, habló para la Cadena SER: "Hacía mucho tiempo que no estaba tan relajado. Tenía la seguridad de que íbamos a ganar y a ser los primeros".

"Desde que vimos las primeras imágenes del Lazio entendimos que no era el típico equipo italiano", comentó, "porque no se defiende cerca de su área, con mucho orden. Vimos que el centro del campo salía a jugar lejos del área y que, si le metíamos mucho ritmo, le podíamos hacer daño. Así llegaron los goles".

Volvió Schuster a elogiar al jugador de moda, precisamente el hombre que abrió el marcador apareciendo desde atrás como un delantero camuflado: "Baptista es, sin duda, un tema ejemplar. A pesar de no ir ni convocado muchas veces, ha seguido entrenándose al máximo, con mucha confianza y esperando su ocasión. He notado que no sólo Julio es así. Todos se comportan igual. Hasta ahora la gente no se ha quejado. En este sentido, funcionamos como un equipo. Aquí hay sitio para todos".

El alemán hizo balance de sus primeros cuatro meses en el cargo y achacó los problemas de ajuste que sufrió el equipo a la planificación apresurada del verano: "Perdimos la pretemporada hasta que tuvimos todos los jugadores para trabajar. Nos metimos en la Liga probando alineaciones y haciendo cambios. Creo que hemos cumplido en la Champions y en la Liga".

A su vez, Raúl se mostró eufórico: "Me veo en la Eurocopa. Tengo ilusión. Pero hay que dejar trabajar a Luis".