La policía cree que los dos huidos del 'comando Vizcaya' siguen en Euskadi

La Guardia Civil y la Ertzaintza mantienen abiertas investigaciones para definir la estructura actual e integrantes del comando Vizcaya de ETA, así como su red de miembros legales (sin fichar). Los dos liberados (a sueldo) del comando, Jurdan Martitegi Lizaso y Arkaitz Goikoetxea Basabe, con los que la detenida en Francia Saioa Sánchez, mantuvo contactos en noviembre, pueden seguir escondidos en Euskadi.

Tras la detención el pasado jueves en Berriz (Vizcaya) del presunto liberado Gorka Lupiáñez Mintegi, que hoy pasará a disposición de la Audiencia Nacional, efectivos del instituto armado registraron ayer el piso que ocupaba en Abadiño (Vizcaya) y un trastero. Los agentes se llevaron del inmueble varios enseres para encontrar posibles rastros genéticos de otros compañeros de Lupiáñez. La Guardia Civil investiga a través del ADN si el inmueble y el trastero puede haber sido utilizados como piso de seguridad no sólo por el presunto terrorista, sino por otros posibles activistas o colaboradores del Vizcaya.

En el caso de que se identificara a otros terroristas, se podría sostener que el actual comando Vizcaya, el más activo desde que ETA rompió oficialmente el alto el fuego en junio pasado, tiene una organización tipo complejo con varios liberados con sus respectivas estructuras y red de activistas, una de las teorías que maneja la policía.

De hecho, la Ertzaintza cree que los dos liberados, a los que relaciona con el atentado trampa en los juzgados de Getxo del pasado 11 de noviembre y con el coche bomba colocado ante el cuartel de la Guardia Civil en la localidad vizcaína de Durango el 24 de agosto no han huido de Euskadi como se pensó en un principio. Martitegi y Goikoetxea, identificados el 23 de noviembre por la policía vasca, podrían estar escondidos en un piso de seguridad en algún lugar entre Ermua y Elgoibar, dos localidades próximas situadas entre Vizcaya y Guipúzcoa.

En principio, la policía sospechó que habían huido tras robar la furgoneta a un panadero en Elgoibar el 25 de noviembre. El vehículo fue encontrado mal aparcado dos días después en la localidad vascofrancesa de Hendaya. Sin embargo, la investigación no ha permitido encontrar ninguna vinculación con ambos y prácticamente se descarta que hayan cruzado la frontera, según fuentes policiales.

Lo que sí se ha podido comprobar por un reconocimiento fotográfico es que Saioa Sánchez Iturregi, la etarra acusada de participar en el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton el 1 de diciembre, compró en noviembre pasado en Azkotia (Guipúzcoa) el teléfono móvil que Arkaitz Goikoetxea usó el 20 de noviembre en Ermua para alquilar una furgoneta. La etarra empleó un DNI falso con la identidad de una joven cántabra.

Este dato demostraría que Sánchez estaba en contacto con los otros dos etarras que operan en Vizcaya. De hecho, el mismo día en el que Saioa Sánchez era detenida en Francia, el 5 de diciembre pasado, en las comisarías de la Ertzaintza se distribuyeron trípticos con las identidades de estos tres terroristas, a los que se encuadraba en el actual comando Vizcaya<.