El peregrinaje del hijo pródigo

Cuando a finales de 2005 Fernando Alonso firmó un contrato de tres años con McLaren Mercedes, nadie podía imaginar que sólo duraría una temporada. Dejó Renault tras ganar su segundo título mundial, en diciembre de 2006, porque estaba convencido de que saltaba a uno de los equipos más grandes de la F-1. Y también porque no se sentía tratado como un campeón.

En Renault todos le querían porque le habían visto crecer y habían marcado su evolución desde que fue piloto de pruebas en 2002 hasta convertirse en campeón. Crecieron juntos. Y el trato que recibía era más familiar que profesional. Discutía con Flavio Briatore, el director;se quejaba de que el coche no funcionaba cuando era líder, exigía mejoras. Y no siempre se le comprendía. Acabó mal con Briatore. Pero el cordón umbilical nunca se rompió. El italiano siguió siendo su consejero cuando las cosas se le complicaron en McLaren y ha sido ahora el artífice de la vuelta del hijo pródigo.

Se fue de Renault por tener un trato familiar, y eso es lo que más aprecia ahora

El peregrinaje de Alonso fue corto, pero resultó de una dureza extrema. La experiencia que el español vivió en McLaren este año era difícilmente soportable. Sólo un piloto con su fuerza mental podía sobrevolar la adversidad y seguir manteniendo su firmeza y solidez en la pista. Para cualquier otro, el enfrentamiento que mantuvo con Ron Dennis y con su compañero, Lewis Hamilton, habría supuesto el hundimiento. Sin embargo, él fue capaz de mantener su entereza y de seguir luchando por el título mundial hasta la última carrera.

"Fue 2007 un buen año para mí a pesar de las apariencias", afirma Alonso; "no me gusta que se olvide que, a falta sólo de 20 vueltas para la conclusión del último gran premio, estaba aún en posición de conquistar el título. Después, Raikkonen pasó a Massa y se lo adjudicó. Pero habría firmado esa situación al principio de la temporada".

Tal vez aquélla fuera una experiencia también necesaria. Pero está claro que Alonso se siente mejor cuando nota el respaldo y el reconocimiento a su alrededor. Y todo eso por lo que se marchó, en parte, de Renault es probablemente lo que ahora más aprecia. Todos en la escudería francesa se han pronunciado en favor de Alonso. Todavía le aprecian.

"Queremos que vuelva", comentaban dos mecánicos franceses en Brasil. "Hace meses que trabajamos para recuperar el mejor nivel y es evidente que con Alonso y Piquet hemos encontrado la excelencia", afirma Bernard Rey, el presidente de la firma francesa. Todos los patrocinadores, ING y Telmex (telefonía móvil de México, que se incorpora ahora) sienten orgullo por colaborar en la escudería de Alonso. Y él no olvida el pasado: sueña con ganar a McLaren y Hamilton. Pero piensa en su tercer título mundial.

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