Un hombre de Móstoles muere tras ser apuñalado por su inquilina
El fallecido, toxicómano, alquilaba habitaciones, según los vecinos
Antonio González Santos, un vecino de Móstoles (210.000 habitantes) de 44 años, murió en la madrugada de ayer tras ser apuñalado en una reyerta desencadenada en su vivienda, en la calle de Las Palmas, según informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Los vecinos del fallecido no se sorprendieron del trágico final de González, ya que eran frecuentes las entradas y salidas de toxicómanos en el domicilio. Esta muerte eleva a 50 los homicidios registrados en la región en lo que va de año.
Los hechos ocurrieron poco antes de las dos de la madrugada, cuando una persona llamó al teléfono de la Policía Local de Móstoles. El comunicante decía que le acababan de apuñalar y que se encontraba en la confluencia de las calles de Las Palmas y de Simón Hernández, en el centro de la localidad.
Cuando llegaron los agentes, vieron a una persona que estaba de pie y a otra, malherida, sentada en un banco. Ésta presentaba al menos una herida en la parte derecha del pecho. Poco antes de ser atendida por los facultativos del Summa, Antonio González pudo decir a los facultativos con gran dificultad que se había producido un altercado en su domicilio y que le había apuñalado una mujer italiana, a la que había alquilado una habitación en su casa.
Los agentes locales pidieron refuerzos. Otros coches patrulla acudieron al domicilio del herido, en el piso 1º B del número 14 de la calle de Las Palmas. Justo cuando estaban llegando a la casa, vieron que la puerta estaba abierta. En su interior había tres personas que estaban recogiendo algunos enseres y ropa y estaban casi listos para salir de la casa.
Los policías detuvieron a los tres, tras cachearles. Entre ellos estaba una mujer italiana, supuesta autora de la puñalada según el relato del fallecido: Elisabetta E., de 27 años. Los otros dos arrestados son Alessandro L., de 32 años y también de nacionalidad italiana, y Livin-Octaviam C., un rumano de 39 años. Estos dos últimos llevaban, respectivamente, una navaja y un cuchillo de cocina escondidos entre las ropas, según fuentes de la investigación.
Los facultativos de una UVI 16 del Summa acudieron al lugar y atendieron al herido. Los médicos hallaron que había sufrido varias puñaladas, una de las cuales había afectado a un pulmón, según informó una portavoz de Emergencias 112. Los sanitarios estabilizaron al hombre, le intubaron y le trasladaron al hospital de Móstoles. Su pronóstico era muy grave. Murió a las pocas horas de ingresar en el centro hospitalario.
Vivienda destrozada
Los agentes de la Policía Local custodiaron el domicilio de González hasta que llegaron los especialistas de la Policía Científica. La casa estaba bastante revuelta, con los cristales y los muebles rotos.
Los vecinos de González no oyeron ninguna discusión ni pelea previa al crimen, según reconocieron ayer. La noticia de la muerte no les sorprendió, ya que era frecuente el trasiego de toxicómanos por el portal a cualquier hora del día y de la noche. Todos le conocían desde hacía años. "Llegó a este piso hace más de 30 años, en 1975, cuando se entregaron estas viviendas. Era una persona muy maja, pero se ha echado a perder hace unos 10 o 15 años, cuando se metió en la droga", afirmó un vecino de la calle de Las Palmas.
El fallecido trabajó durante unos años como camarero, pero últimamente no tenía ningún oficio conocido. "Era una persona muy educada. Se echó a perder cuando murieron sus padres. Su propia hermana, que vivía aquí, ya nos había dicho que no podían hacer carrera de él", explicó Teo, una vecina. Sus dos hermanas se habían marchado ya del inmueble. Una residió hasta hace poco en la segunda planta del edificio.
Según recuerdan los residentes, era frecuente oír chillidos desde la calle y que el propio Antonio bajara a la parte trasera de la vivienda para hablar con algunos toxicómanos. También alquilaba habitaciones para sobrevivir, según sus vecinos. Las hermanas de González, que estaban en el tanatorio de Móstoles, no quisieron hacer declaraciones sobre el crimen. Se acogieron al "secreto del sumario".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.