Naderías
Veo a un fulano de apodo circense, Mister Infierno, arriesgando su físico y sus presumiblemente escasas neuronas haciendo barbaridades en moto y Ximo Rovira, aquel pionero de la telebasura que alentaba y arbitraba los desagües del cotilleo hepático en Tómbola, nos asegura que vamos a vivir historias emocionantes en el nuevo programa Impacto total. Ocupa horario estelar en Antena 3, lo cual me hace deducir que van a ofrecer un festín de sangre y vísceras, de esa pornografía gore que tanto excita a su enfermiza clientela.
Todavía recuerdo con infinita grima un programa con grotesco disfraz científico que conducía el temible doctor (o lo que fuera, que no está claro) Bartolomé Beltrán en el que los afanes didácticos que caracterizan a Antena 3 amenizaban tu cena o tu digestión con corazones y pulmones diseccionados, con bisturís glotones, con toneladas de sangre. Creo que se titulaba En buenas manos, lo cual revela un sentido del humor excesivamente negro. Esas aficiones educativas las prolongaron en los últimos tiempos con el filantrópico Cambio radical, en el que ofrecían transformar en princesas turgentes a las patitas feas, acomplejadas, deprimidas y sin pasta para sufragarse los milagros estéticos. En ese prodigio de obscenidad combinaban el melodrama con final feliz y el morboso escenario del quirófano. O sea, lágrimas y vísceras, porno duro.
Aguanto lo justo en Impacto total para mantener la higiene mental, pero no sufro ningún impacto, ni parcial ni total. La única aportación casera a esas imágenes de la cadena norteamericana NBC es un doblaje histriónico que pretende conmocionarnos ante el suspense heavy que vamos a disfrutar. Ignoro si reservaban el plato fuerte para el final. No me ocurre lo que a los peligrosos tarados de Cronenberg en Crash, los accidentes y la muerte violenta nunca me suben nada. Me lo bajan todo.
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