No hay paz entre Italia y Francia

"¿Mala suerte? O buena. ¿Quién sabe?". El seleccionador rumano, Víctor Piturca, recurrió al optimismo ante el panorama que el sorteo de Lucerna dejó a su equipo. Un grupo con el campeón (Italia) y el subcampeón (Francia) del mundo y con el equipo con el mejor coeficiente de resultados en las fases de clasificación de las dos últimas grandes citas (Holanda). "Es un grupo... hermoso. Podemos clasificarnos o volvernos a casa sin ningún punto", apuntó Piturca, que al menos guarda una esperanza: Rumania terminó la primera, con tres puntos más que Holanda, en el grupo G clasificatorio para la Eurocopa y la derrotó por 1-0 en su estadio.

Si a Pitarcu le dio por reír, el seleccionador francés, Raymond Doménech, suspiró cuando el medio griego Zagorakis sacó el papel con el nombre de su equipo y el italiano, Roberto Donadoni, se marchó visiblemente enfadado. Italia y Francia volverán a cruzarse en una gran cita y esta vez con la amenazante Holanda de compañera. "No estoy particularmente feliz de volver a enfrentarme a Italia", reconoció Doménech. "Esperábamos tener más suerte, pero va bien así. Tenía el presentimiento de que tendríamos un grupo duro", apuntó Donadoni.

Doménech acusa a la prensa italiana de provocarle con "preguntas estúpidas"

"Evitar polémicas dependerá de nuestro buen sentido", advierte Donadoni

Ambos entrenadores compartieron mesa en la conferencia de prensa posterior al sorteo. Pero apenas cruzaron saludos ni miradas. La rivalidad entre ellos se disparó cuando el francés denunció hace medio año que "en Italia hay amaños de partidos". La UEFA le suspendió por un encuentro. "No juzgaré su comportamiento. Evitar nuevas polémicas dependerá de nuestro buen sentido. No se trata sólo de hablar bien, sino de razonar", apuntó, conciliador, Donadoni. Doménech, en cambio, avivó el fuego y acusó a la prensa italiana de provocarle y de "hacer preguntas estúpidas" tras ser cuestionado por el defensa Materazzi. "¡Que me dejen ya en paz con Italia! Es peligroso pensar sólo en ellos. Antes tenemos que jugar con Rumania y Holanda. Es una pelea a cuatro", abundó.

El cabezazo de Zidane a Materazzi en la final del Mundial de Alemania 2006 acrecentó más si cabe el odio entre estos dos viejos rivales. Desde entonces, curiosamente, no dejan de encontrarse. Compartieron el grupo B de clasificación (29 puntos para Italia por 26 para Francia), con victoria francesa en Saint Denis (3-1) y empate (0-0) en San Siro, y volverán a encararse el 17 de junio en Zúrich. Escocia cuestionó hasta el último partido la clasificación de ambos equipos. Tanto, que Francia ocupaba ayer el último bombo junto a Polonia, Turquía y Rusia. "Que sea fácil o difícil depende de nosotros. Estoy tranquilo. En la vida, hay otras preocupaciones. Para nosotros es el enésimo desafío y lo afrontaremos con serenidad", dijo el seleccionador italiano. Pese a su triunfo mundialista, Italia no gana a Francia, sin tanda de penaltis de por medio, desde el Mundial de Argentina 1978 (2-1). Ambos equipos se han enfrentado en 35 ocasiones, con 17 triunfos y 77 goles italianos y 10 victorias y 48 tantos franceses. En 2000 se midieron en la final de la Eurocopa de Holanda y Bélgica con victoria en la prórroga de Francia con un gol de oro de Trezeguet y en 2006 repitieron cita en el Mundial alemán con triunfo italiano en los penaltis.

"No ha habido fortuna, pero no hay problema. Italia es fuerte y hay que estar tranquilos", comentó Marcello Lippi, el seleccionador que llevó a Italia a ganar el Mundial. "Italia siempre demuestra su carácter", añadió Luciano Spalletti, el entrenador del Roma. "Ojo a Rumania. Hará sudar al resto", advirtió Roberto Mancini, el técnico del Inter.

Entre Italia, cuatro veces campeona mundial y una europea, y Francia, con un título mundial y dos del Viejo Continente, Holanda espera meter la cabeza. "Tengo curiosidad por ver cómo llaman a este grupo. Italia siempre llega muy lejos en estos torneos y también Francia en los últimos años. Nos espera un trabajo muy duro", reflexionó el seleccionador holandés, Marco van Basten, delantero del único triunfo naranja en una Eurocopa, la de 1988, y ex compañero de Donadoni en el Milan.