Al Atlético le bastan dos chispazos

Detallazo del Atlético utilizar la arena que debería haber estado perdida de sangre de gladiador como lugar para el sesteo durante la primera mitad. Sólo así dejó de sufrir el Betis un saco de goles. El equipo verdiblanco cada vez es menos de este mundo. Al menos, de esta categoría futbolística. Primero, fue incapaces de estorbar al despliegue de juego del Atlético y después no supo aprovechar su relajo. También se manifestó una parte de la naturaleza de este Atlético, que es un genio canalla, un grupo tan eficaz como vagoneta.

El entrenador del Atlético, Javier Aguirre, le regaló una jornada de libertad absoluta a Reyes en el enfrentamiento con el enemigo eterno de su conjunto madre, el Sevilla. El mexicano adornó está decisión con el cambio de banda -de pierna también se suele decir, pero suena ortopédico, torpe, y el resultado global no fue así- entre el sevillano y Maxi. La decisión táctica le dio luz al primero al tiempo que le aplicó el matacandelas al segundo. Reyes partía desde la derecha cruzando el campo con el balón y combinando con sus compañeros de equipo. A los dos minutos, el ex del Sevilla, el Arsenal y el Madrid estrelló el saque de una falta en el larguero. Dos minutos después, Agüero falló a la hora de empalmar el pase de coronilla con el que Forlán culminaba brillantemente una jugada de combinación de lado a lado del campo.

Aun así, este arreón le dio al Atlético para adelantarse en el marcador. La segunda vez que sus delanteros se buscaron los ojos entre la multitud les sirvió. Agüero vio a Forlán entre dos defensores y le envió la pelota en globo. El uruguayo controló con intención con el pecho y batió a Ricardo por bajo mientras su defensor más cercano se protegía la entrepierna. Se esperaría un pelotazo en vez del tiro de un tan buen delantero como lo es Forlán.

Con todo hecho y con todo dicho, Raúl García y su gol cerraron el registro del partido.