Un fallo en los controles del reactor de Vandellòs II ocasiona su parada
El CSN evalúa hoy la gravedad del incidente en el núcleo de la planta atómica
El mal funcionamiento de cuatro de las 48 barras de control del reactor de Vandellòs II (Baix Camp) provocó ayer la parada de la planta atómica. El incidente, cuya gravedad está pendiente de analizar por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), se produjo en el corazón de la central, en el reactor, durante unas pruebas que se realizan periódicamente para cerciorarse del fncionamiento correcto de estas barras. Vandellòs II es propiedad de Endesa e Iberdrola y permanecerá detenida hasta averiguar la causa del incidente.
Estas piezas se introducen en el reactor para frenar la fisión nuclear, y se extraen para aumentarla. Son básicas para controlar la reacción en cadena y, por tanto, para detener o arrancar la central. En la madrugada del domingo, con la panta operando al 100%, Vandellòs II estaba llevando a cabo la prueba trimestral de funcionamiento de estas barras. La sala de control pulsó el mecanismo para que un grupo de ocho barras descendiera y las ocho barras bajaron. Luego dio la orden de subida, y cuatro de ellas respondieron bien, pero las otras cuatro no ascendieron, lo cual originó la inmediata reacción de los sistemas de seguridad automáticos, que detuvieron la planta.
Para detener el reactor, estas mismas barras de control que fallaron durante la prueba funcionaron correctamente, informó la dirección de Vandellòs II. Además de detener el reactor, los mecanismos automáticos de la planta inundaron el núcleo con agua con alto contenido de boro, circunstancia que forzó a activar el plan de emergencia interior en fase de prealerta. La prealerta terminó al estabilizarse el reactor, ya detenido.
Pese a tratarse de un fallo en el núcleo de la central, el CSN decidió esperar a hoy para analizar un incidente que fuentes de este organismo calificaron de totalmente "atípico". Un portavoz de Vandellòs II atribuyó el error a un fallo electrónico del sistema que controla las barras de control y aseguró que el incidente no supuso riesgo ni para la planta, ni para los trabajadores, ni para el exterior. Sin embargo, en el CSN apuntaban a otras posibles causas, ya que Vandellòs II venía sufriendo en los últimos días una fuga en una válvula en uno de los tres generadores de vapor. "La clave es saber por qué han caído las barras de control", decían ayer fuentes del organismo regulador.
Líderes en una dudosa clasificación
Las nucleares Ascó I y II y Vandellòs II son las tres plantas atómicas que acumulan más incidentes en el conjunto de las españolas y son propiedad las tres de Endesa e Iberdrola en diferente proporción. Las tres centrales están siendo observadas con lupa por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), autoridad máxima en materia nuclear. Y ello sucede desde un grave suceso en el año 2004 en Vandellòs II.
En agosto de aquel año, la planta se vio obligada a detenerse por el desgaste de uno de los sistemas de refrigeración, corroído por el ambiente marino durante lustros, en un caso que desató un amplio debate sobre el control de estas instalaciones y que terminó con la reforma de la ley que regula el CSN. Este organismo, que dejó operar a la planta durante meses con el sistema de refrigeración corrompido, impuso en agosto de 2006 la mayor sanción de la historia nuclear española a Vandellòs II, 1,6 millones de euros, entre otras causas por haber ocultado información. La planta renovó su cúpula directiva a raíz de aquel caso.
El CSN ha impuesto a la planta un extenso programa de mejora para impedir situaciones parecidas. La central concluirá estas reformas en 2009, y asegura que el 85% de ellas ya estarán listas el 31 de diciembre de este año.
Vandellòs II y las dos plantas de Ascó, a iniciativa propia, se ha puesto en manos de expertos internacionales -entre ellos de la Organización Internacional de la Energía Atómica- que en los últimos años han revisado el funcionamiento de las centrales.
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