De los bancos a los 'oligarcas' del parqué

En los años ochenta y principios de los noventa del pasado siglo los tentáculos de los bancos abarcaban casi todos los sectores bursátiles a través de sus participadas. Con las desinversiones realizadas por BBVA y Santander, necesitados de liquidez para afrontar su expansión internacional, fueron las cajas de ahorros las que tomaron el relevo. En los últimos años, en cambio, emergen las carteras industriales de los grandes patrimonios.
Las enormes plusvalías acumuladas con sus empresas han servido a los ricos para diversificar sus inversiones y estar presentes en los movimientos empresariales de mayor calado del país. El último caso se ha visto en Iberia, donde el consorcio Gala Capital, que incluye a la familia Hidalgo, Manuel Jove y Alicia Koplowitz, aún pugna por hacerse con la aerolínea.
El hombre más rico de España, Amancio Ortega, tiene participaciones en Agbar y en NH Hoteles (apoyó al Consejo y desactivó el asalto de Hesperia) y estuvo a punto de comprar al Santander su paquete en Fenosa, aunque al final ACS estuvo más rápido.
Otro ejemplo es el de Alicia Koplowitz. Desde que vendiera a su hermana Esther su parte en FCC, la empresaria no ha parado de mover el dinero a través de su sociedad Omega Capital. Además de sus participaciones en Acerinox y Colonial, ha entrado en el capital de Iberdrola y Sabadell, ampliando el núcleo duro de accionistas de ambas y reforzando de paso a sus gestores. En el capital de la eléctrica también desempeña un papel de peso Juan Luis Arregui, cofundador de Gamesa y actual presidente de Ence.
A finales de 2006, la familia Del Pino, máxima accionista de Ferrovial, también decidió diversificar su patrimonio con incursiones en el capital de otras compañías. Han comprado paquetes del 5% o más en Acerinox, Ebro Puleva, Banco Pastor e Indra. De momento, sólo acumulan plusvalías en esta última empresa.
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