Traballo convoca a la patronal para vigilar la seguridad en las grandes obras

Los trabajos de construcción del puerto exterior de A Coruña, en la agreste Punta Langosteira (Arteixo), se reanudaron ayer, salvo en la cantera donde murió el martes un operario, al caer por un desnivel el camión que conducía. Mientras la Autoridad Portuaria sigue tratando de averiguar las causas del accidente y la Inspección de Trabajo aguarda que se subsanen las graves deficiencias en materia de seguridad que detectaron en el lugar del siniestro, la Xunta ha decidido tomar cartas en el asunto. Lo hace tras los graves accidentes laborales ocurridos en los últimos meses en grandes obras públicas, como la nueva dársena coruñesa o la línea del AVE entre Santiago y Ourense.

Preocupación ante los accidentes en el AVE y en la nueva dársena coruñesa

La construcción de esta última, donde se sucedieron tres graves accidentes desde septiembre, ya se ha cobrado dos muertos y otros tantos heridos graves. Cuatro personas fallecieron en el muelle de Langosteira desde el inicio de las obras, en marzo de 2005. La Consellería de Traballo quiere que en el plan de actuaciones para 2008, que decidirá este mes con el ministerio en la comisión interterritorial de inspección laboral, se intensifique considerablemente la vigilancia sobre las obras públicas en marcha en Galicia, como el AVE, el puerto exterior de A Coruña y la construcción de autovías. Y previamente a esa convocatoria, Traballo citará la semana del 10 de diciembre a la patronal gallega y a los sindicatos para reforzar las medidas de seguridad y vigilancia en el ámbito laboral, y especialmente en las obras de gran envergadura.

Con esa reunión, el departamento autonómico que dirige Ricardo Varela pretende poner en práctica la comisión tripartita de inspección del trabajo -administración, patronal y sindicatos- que se comprometió a constituir hace ya meses. Aún está en trámite el imprescindible decreto para crear ese órgano, pero el accidente laboral de esta semana en la dársena coruñesa aceleró su convocatoria. La Autoridad Portuaria de A Coruña, de quien depende la contratación de la construcción del puerto exterior, nunca comunicó ni denunció a la Xunta los "defectos y comportamientos incorrectos para preservar la seguridad en el trabajo" que reconoció haber detectado reiteradamente en los últimos meses en las obras de Punta Langosteira. Los responsables del puerto mantuvieron el problema en la esfera interna y se limitaron a cursar "frecuentes y periódicas advertencias" a las empresas adjudicatarias para que hicieran cumplir a sus trabajadores las normas de seguridad.

De haber comunicado esa situación a Traballo, según explicó a este diario una portavoz de la consellería, se habrían enviado inspectores para comprobar la situación y obligar a adoptar medidas. De hecho, varias de las razones que llevaron a Inspección de Trabajo a paralizar, por faltas graves de seguridad, el miércoles los trabajos en la cantera donde murió la víspera José Ramón Fernández Mata ya habían sido detectadas por la Autoridad Portuaria y la coordinadora en materia de seguridad y salud de la Unión Temporal de Empresas (UTE) Langosteira, adjudicataria de las obras.

Según admitió la Autoridad Portuaria, se había advertido a las empresas que se incumplían con frecuencia las normas y cuidados en la circulación de vehículos pesados como el camión que conducía la víctima. Los responsables del puerto habían advertido de que no se respetaba siempre el límite de velocidad, fijado en 30 kilómetros por hora, ni la prohibición de realizar adelantamientos, ni la obligación de que los vehículos lleven rotativos luminosos destellantes en lugar visible.

Tampoco, según la Autoridad Portuaria, se cumplía con la norma de regar con frecuencia las pistas y retirar cualquier material que caiga de los camiones. La falta de iluminación y la presencia de material de voladuras que obstruye las maniobras fueron las deficiencias que llevaron el miércoles a paralizar las obras en Punta Langosteira.