El rechazo vecinal al plan de Vigo enfrenta a PSdeG y Bloque
Santiago Domínguez "exige" al alcalde respeto al colectivo
La confluencia de socialistas y nacionalistas en el plan general de urbanismo de Vigo no termina de cuajar. Para el BNG ya no es tan importante que se apruebe en este año como que se haga por consenso y, de momento, las fisuras abiertas en ese objetivo por la asociación de promotores (Aproin) y la Federación de Asociaciones de Vecinos no sólo no se sueldan, sino que amenazan con agrandarse.
El alcalde, Abel Caballero, insistió ayer en que el plan está cerrado y en que no se retrasará el calendario para su aprobación, que tiene como fecha de referencia el 20 de diciembre, en que se presentará al pleno municipal. "El BNG no tiene nada cerrado", anunció ayer la concejala María Méndez en la Xerencia de Urbanismo. "Si no hay consenso, igual hay que aplazar el pleno", añadió. Su jefe de filas, Santiago Domínguez, lo refrendó: "El alcalde se está equivocando", declaró con tono bronco, recordándole que "no tiene mayoría absoluta en la corporación ni mayoría social en la ciudad".
Cuando la armonía parecía alcanzada, después de introducir en el nuevo documento los cambios en nueve ámbitos solicitados la semana pasada por el BNG, el choque urbanístico entre los dos socios del gobierno vigués surge al hilo del pronunciamiento de la federación vecinal contra el incremento de suelo para vivienda protegida "por la posible inseguridad jurídica" que generaría.
"Defendemos la vivienda protegida, sólo pedimos que se retrase hasta abril la aplicación del 40%, hasta que entren en vigor las normas de la Consellería de Vivenda, y eso fue lo que le dijimos a la concejala [Carmela Silva, el martes]", afirmaba ayer Elena González, la presidenta vecinal.
Mientras Silva y Caballero expresaban su "extrañeza" por la postura de González, que contrastaría con la aceptación que ellos están constatando en reuniones individualizadas con las asociaciones de vecinos, Domínguez la defendió con vehemencia. "Exijo al alcalde respeto a colectivos que llevan más años que él trabajando y colaborando a favor del consenso en el plan general", dijo. Además, añadió, en mandatos anteriores el PSdeG "no se significó por el trabajo consensuado, sino por dedicarse a poner obstáculos".
El PP, por su parte, sigue acusando a los socialistas de "oscurantismo" en la tramitación, reclama información y subraya "la burla" que supone hablar de una aprobación del plan por consenso cuando al mismo tiempo se está dando ya el documento por cerrado.
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