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Cuatro presos amotinados retienen a tres celadores para lograr drogas

Los reclusos se encuentran en un módulo de Picassent para internos conflictivos

Las alarmas saltaron pasadas las 18 horas de ayer en el centro penitenciario de Picassent. Cuatro reclusos del módulo de presos conflictivos se amotinaron y sorprendieron a tres funcionarios de prisiones, que a la hora del cierre de esta edición permanecían retenidos.

El subdelegado del Gobierno salió a las 22 horas para pedir "tranquilidad"
Entre los reclusos, adictos a la heroína, hay dos menores de 25 años

Los amotinados tomaron a los rehenes para negociar, entre otras cosas, que se les suministrasen estupefacientes. Al parecer los amotinados estaban en un estado de excitación. Los presos, dos de ellos menores de 25 años, lograron inmovilizar presumiblemente con un pincho a los dos funcionarios encargados de la sección del módulo en la que estaban. Y, con posterioridad tomaron como rehén a un tercer funcionario que habitualmente está en un habitáculo separado de la zona de los reclusos. El módulo en el que se registró el amotinamiento tiene capacidad para 28 internos.

Mientras los funcionarios del centro intentaban tranquilizar a los presos para evitar que se produjesen nuevas situaciones de violencia y garantizar la seguridad de los secuestrados, la dirección del centro activó las alertas necesarias.

Así, una unidad de los GRS de la Guardia Civil, compuesta por 25 agentes especializados en tomas de asalto y liberación de rehenes, se desplazó desde su sede en la ciudad de Valencia hasta el recinto penitenciario, ubicado a unos 20 kilómetros de la capital. Otra célula de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil, especializada en la liberación de rehenes salió anoche desde Madrid hacia Picassent para intentar que los presos depusiesen su actitud y soltasen a los funcionarios retenidos.

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Las primeras informaciones del amotinamiento se tradujeron en pocas horas en una notable concentración de medios de comunicación a las puertas del recinto penitenciario, que conservaba aparentemente la misma calma que en un día normal.

A las 22 horas, el subdelegado del Gobierno en Valencia, Luis Felipe Martínez, salió a las puertas del centro penitenciario para lanzar un mensaje de tranquilidad. Martínez indicó que la situación estaba "controlada" a esa hora y aprovechó para lanzar un mensaje de serenidad tanto a los familiares de los funcionarios de prisiones como a los de los reclusos.

El subdelegado del Gobierno reconoció que se estaba negociando con los presos para normalizar la situación, que liberasen a los secuestrados y depusiesen su actitud.

En el último semestre, se han registrado diversos incidentes en este centro penitenciario. Hace dos semanas, un interno mató a otro con un objeto punzante. También el pasado mes de julio los sindicatos de prisiones denunciaron la agresión a cuatro funcionarios por parte de un interno que logró fabricarse un arma con un cepillo de dientes y una cuchilla.

La cárcel de Picassent alberga alrededor de 2.500 presos. El sindicato de funcionarios de prisiones Acaip ha denunciado en varias ocasiones que Picassent registra situaciones de hacinamiento que complican la convivencia entre internos y personal penitenciario.

Según este sindicato, Picassent concentra al 42% de los reclusos que cumplen pena en la Comunidad Valenciana.

Medidas de seguridad, anoche, alrededor del recinto penitenciario de Picassent.
Medidas de seguridad, anoche, alrededor del recinto penitenciario de Picassent.SANTIAGO CARREGUÍ

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