De 'insider' a 'transformer'
John Thain dice conocer los problemas por los que atraviesa Merrill Lynch, el poderoso banco de inversión que acaba de ficharle como consejero delegado. Y en la entidad también saben muy bien que la llega de este respetado banquero vendrá acompañada de cambios, como los que durante los últimos casi cuatro años introdujo en el New York Stock Exchange (NYSE).
Thain, a sus 52 años de edad, es un tecnócrata enamorado de la tecnología. Y su frialdad a la hora de actuar y expresar sus emociones le han merecido muchos apodos, como el de iRobot o el de insider desapasionado. Pero ante todo es un visionario y un genio en el mundo de las finanzas, quizá la persona que mejor conozca las manos que mecen Wall Street, el centro mundial del capitalismo. Fácil en el trato, íntegro y muy profesional.
Transformó durante su corto mandato el parqué neoyorquino. No sólo preservó el NYSE como la principal plaza bursátil del mundo y recuperó la confianza de los inversores tras el azote de los escándalos, sino que la adaptó a la nueva realidad en el mercado de capitales introduciéndola primero en Bolsa, aplicando los sistemas de corretaje electrónico en sus operaciones diarias y creando la primera plataforma transatlántica a través de la fusión hace un año con su rival Euronext. Su currículum es difícil de mejorar. Se formó en ingeniería por el prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT) y por la escuela de negocios de Harvard. Trabajó la mitad de su vida en el prestigioso banco de inversiones Goldman Sachs, donde durante los últimos cinco años ocupó el puesto de presidente. Y a mediados de enero de 2004 saltó al NYSE. El próximo viernes será su último campanazo en Wall Street.
La apuesta de Thain por hacer de Wall Street un mercado híbrido, a través de la fusión con la plataforma electrónica Archipelago Exchange (ArcaEx), no estuvo exenta de críticas entre las fuerzas más conservadoras del Exchange. Era un paso clave para preservar la competitividad futura del NYSE, y el componente humano sufrió bajas. Este mismo temor es el que tienen en Merrill.
Thain se hará con las riendas del poderoso banco de inversión el 1 de diciembre. Para convencerle, la entidad le ofreció 43,1 millones de dólares, cantidad que podrá multiplicar por cinco en función de los resultados. Aunque no ha hablado de cambios para tapar las vulnerabilidades expuestas durante la crisis del mercado de crédito, se da por descontado que su llegada vendrá acompañada de decisiones difíciles, como desmembrar la firma y despidos.
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