"En el Barça, puede que Cesc y yo todavía jugáramos en Tercera"
Nada más cruzar la barrera automática vigilada por videocámaras, pisa un clavo y pincha la rueda de su nuevo BMW 650. Aún así, el coche recorre el largo y estrecho pasillo entre la colorida arboleda, la calle Sir Matt Busby, para alcanzar sucesivas explanadas de hierba. Son los campos de fútbol de Carrington, ciudad deportiva del Manchester United. Dos horas y media más tarde, acabado el entrenamiento, el coche está reparado y Gerard Piqué (Barcelona, 1987) regresa a su apartamento, en la privilegiada zona de Arderley Edge, donde es vecino de Van der Sar, Evra y Anderson. Piqué ya no es una promesa. Está en el primer equipo del United y hoy, como zaguero titular, visita al Bolton.
"En el United todo son atenciones. Que te envíen un fontanero, te reparen el coche"
"Los rivales nos tienen demasiado respeto, y eso, al final, les pierde"
Pregunta. ¿Estar en el United significa tener muchos lujos?
Respuesta. Como en todos los grandes, en el vestuario hay jacuzzi, gimnasio, piscina... Pero hay cosas que marcan la diferencia, como el perfecto estado de los campos de entrenamiento o la disponibilidad del masajista a cualquier hora. Todo son atenciones, como que me reparen y laven el coche o me manden a un fontanero y una señora de la limpieza a casa. Lo más importante, sin embargo, no son estos lujos, sino los que te demuestran que para el resto eres un futbolista del primer equipo.
P. ¿Cómo cuáles?
R. En el vestuario del United hay mucha jerarquía. Nadie manda más que el Boss Ferguson, pero Neville es el capitán, Scholes habla menos pero todo el mundo le escucha, Giggs es el líder silencioso, Ferdinand, el más gracioso... Aunque a veces son un poco duros. Antes de irme al Zaragoza, por ejemplo, me prohibían ciertos privilegios, como que me limpiaran las botas. Lo hacían para que aprendiera a valorar los pequeños detalles. Pero me he ganado su respeto porque ahora compito y me crezco al hacerlo.
P. ¿Nota diferencias entre la Liga y la Premier a la hora de desenvolverse en su posición?
R. El trabajo de central es igual en todas partes; hay que defender y no encajar goles. Pero, al contrario que en España, donde los delanteros suelen destacar por su calidad, aquí los arietes suelen ser fuertes, potentes y rápidos, lo que te obliga a posicionarte muy bien. No puedes aceptar el reto de una carrera porque la vas a perder. Tampoco puedes pegarte a ellos porque saben jugar con tu cuerpo. Lo mejor es dejarles un metro de distancia para encimarles cuando reciban y no sepan de dónde vienes. Con el balón en los pies pasa más de lo mismo. Un jugador que sepa jugarla desde atrás, destaca, pero uno fuerte y que no deja pasar al rival, es bueno. Otra cosa que debemos dominar es ir bien por arriba; hay muchos equipos que juegan directo y sin transiciones.
P. Hay una versión que afirma que el mejor fútbol de Europa se hace en Inglaterra.
R. El juego de la Premier está cambiando porque antes primaba más el físico sobre la calidad. Igual el Chelsea y el Liverpool no practican esta propuesta porque no les acompañan las características de los jugadores, pero los equipos a seguir son el United y el Arsenal, donde se prioriza el trato a la pelota, donde se juega con ella para jugar con los rivales. Quizá el Arsenal toca más y rompe con jugadores que entran al área sin balón y con pases definitivos al hueco. Nosotros, en cualquier caso, somos más directos, creamos menos ocasiones y tenemos más puntería.
P. Hace poco, Ferguson dijo: "Este es el equipo más fuerte que he entrenado". ¿Qué le parece?
R. Somos un plantel de arrebatos. Somos el United y nos crecemos en los momentos difíciles porque no toleramos la posibilidad de que alguien se ría de nosotros. Eso se nota en el campo. Hay rivales que se asustan cuando ven delante a Rooney, Cristiano Ronaldo, Giggs, Vidic, Ferdinand, Carrick... Los equipos nos tienen mucho respeto y eso les pierde. En ocasiones, nos marcan primero y se echan atrás para darnos la pelota. Es un error porque a nosotros nos gusta tenerla y nos envalentonamos con ella en los pies. Eso mismo ocurre con el Arsenal y pasaba, años atrás, con el Chelsea.
P. ¿Echa de menos la Premier a Mourinho?
R. Sin él es diferente porque le daba a la competición algo especial. El morbo de medirse a ellos era enorme y atractivo. Pero no se debe exagerar. El fútbol sigue y la Premier también. Creo que se notaría más la ausencia de Ferguson; lleva más de 20 años ejerciendo y ganando. Está de vuelta. El mister baja casi cada día para vernos, pero ha llegado a un punto donde su función es la de motivar o controlar el ánimo de los jugadores. Tiene claro que sabemos jugar al fútbol. Así que comenta cómo juega el adversario para explotar sus debilidades y suelta varias pinceladas para hacernos campeones.
P. ¿Y qué le dice a usted?
R. Que siga así, que soy un jugador del United y que mi futuro pasa por Old Trafford. Pero tengo 20 años y quiero jugar siempre. Pero Ferguson es justo y, para los jóvenes que vienen de fuera, busca tener una relación de padre e hijo.
P. Precisamente, Cesc primero y luego usted, fueron los pioneros en marcharse de España.
R. Y bien que hicimos. Mucha gente opina que nos marchamos por dinero y se equivoca. A los 17 años, buscas tener una buena carrera deportiva. Si Cesc y yo siguiéramos en el Barcelona, puede que aún estuviéramos peleando por un puesto en el filial, en Tercera División. Cesc tenía delante a Iniesta, Xavi, Deco... en el Arsenal es Cesc y no un jovencito de la cantera que promete. Ahora me toca a mí. Mi primera oportunidad pasa por hoy, ante el Bolton de mi amigo Iván Campo.
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