"Me están ofreciendo los mejores papeles de mi carrera"
Maribel Verdú (Madrid, 1970) vive un momento profesional dulce. Cuando termine este año, habrá estrenado cuatro títulos y cosechado un montón de buenas críticas. Y Francis Ford Coppola le ha pedido que actúe en Tetro, el próximo proyecto que comenzará a dirigir en febrero. El Festival de Cine Iberoamericano de Huelva premió anoche a la actriz con el galardón Ciudad de Huelva por su trayectoria profesional.
Pregunta. Mientras hablamos, se está despidiendo a Fernando Fernán-Gómez, con el que usted coincidió en el rodaje de Belle Epoque.
Respuesta. Me impactó tanto saber que había muerto... Cuando me lo dijeron, me quedé igual de asombrada que cuando murió Francisco Rabal. Ellos han sido el cine y el teatro en España. Y en el caso de Fernando, ha sido actor, director, escritor... La persona más polifacética y erudita. Alguien que, además, siempre decía lo que pensaba.
"Fernán-Gómez y Francisco Rabal han sido el cine y el teatro en España"
"Estoy como en una montaña rusa tras la oferta de trabajar con Coppola"
P. ¿Qué recuerda de él durante el rodaje?
R. Recuerdo una anécdota fantástica. Estábamos las cuatro actrices siempre juntas y Fernando le decía a Agustín González: "Tú has visto Agustín, estas niñas todo el día dándose besos y acariciándose. Te imaginas que tú y yo hiciésemos lo mismo. ¡Lo que nos llamarían...! Pero ya crecerán, ya". Y todo eso nos lo decía delante de nosotras. Era fantástico. En general, y ya más en serio, lo mejor que podías hacer ante Fernando era simplemente callarte y escucharle.
P. Fernán-Gómez era un autor teatral al que no le gustaba nada actuar en el teatro. En su caso, ¿cómo es su relación con las tablas?
R. Yo lo adoro. Hago teatro desde antes de hacer cine y he hecho bastantes obras. La última fue Por amor al arte, que dirigió Gerardo Vera. Pero lo cierto es que estoy deseando volver a los escenarios
P. Precisamente, Tetro, el proyecto que prepara el director Francis Ford Coppola, y en el que le ha pedido a usted que participe, es una película sobre una familia de artistas ¿Cómo se enfrenta a ese trabajo?
R. Estoy como en una montaña rusa. Unos días muy tranquila y otros, muerta de miedo. En esta vida, lo último que quiero es decepcionar a alguien. Tanto en lo personal, como en lo profesional. Quiero estar a la altura de las circunstancias de las películas y de los directores que me han escogido. Así que me enfrento con mucho miedo y con mucho respeto. Pero tengo claro que, a la hora de actuar, será como hacer cualquier película: tendré que dar toda la verdad, toda la honestidad con la que yo hago mis trabajos. Porque no sé hacerlo de otra manera.
P. Antes de Coppola, le habían ofrecido muchos proyectos de Estados Unidos que usted rechazó, ¿tenía miedo a Hollywood?
R. No era miedo. Simplemente tenía delante guiones que no me interesaban. Y estoy en un momento profesional en el que puedo elegir bien de entre todo lo que me ofrecen. Siempre decía que si un día me llamaban los hermanos Coen o Woody Allen o Coppola, sería muy distinto. Y de repente llega un día y me llama Coppola. Y dije, ahora sí. Y es que, además, el proyecto que tiene es muy potente. Una película centrada en tres personajes y totalmente independiente.
P. Ese proyecto se prepara en Buenos Aires. Usted ha trabajado ya mucho en Latinoamérica, sobre todo en México, la última vez con La zona.
R. Me apasiona México. Me siento allí como en mi casa, por la comida, los colores, los olores... Pero así es en todos los países latinoamericanos donde he rodado, como en Chile y Argentina. Hay un talento artístico desmesurado, aunque haya poco dinero en las producciones. Pero el talento es lo que importa al final. En todo caso, he tenido mucha suerte con tener ese mercado abierto, sobre todo gracias a Y tu mamá también. Desde entonces, me empezaron a ofrecer allí películas de la misma manera que en España.
P. Algunas actrices se quejan de que no hay buenos papeles para mujeres a partir de una cierta edad, que todos se escriben para jovencitas.
R. Los papeles que me están ofreciendo ahora son los mejores de mi carrera. Según pasan los años, me ofrecen trabajos mucho más potentes.
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