"No me actualicen más, por favor"
En una cálida mañana de otoño, el hispanista Ian Gibson (Dublín, 1939), en su casa del madrileño barrio de Lavapiés, se queja del papel que se desperdicia imprimiendo. "Es un despilfarro. Sólo imprimo lo imprescindible".
Pregunta. ¿Es usted un veterano del ordenador?
Respuesta. Hice mis primeros libros con la máquina de escribir. Un amigo alemán me regaló el primer ordenador en 1987 y fue mi salvación porque me gusta terminar el día con la hoja limpia. Con la máquina era imposible.
P. ¿Cuántos ordenadores ha comprado desde entonces?
R. Seis o siete.
P. ¿Cuál emplea ahora?
R. Uno fijo para el despacho y dos portátiles. En el fijo me han puesto el Word Vista y es una complicación porque cambia todo. Por eso sigo con mi portátil, que me encanta.
P. ¿Le ayuda alguien a resolver los problemas informáticos?
R. Mi hijo. Reconozco que no tengo talento para estas cosas.
P. Pero la tecnología le ayuda mucho en su trabajo.
R. Sí, es una revolución difícil de creer. Ahora estoy escribiendo un artículo y puedo consultar cualquier dato sin levantarme. Eso es una revolución, ¿no?
P. ¿El PC le ha producido muchos disgustos?
R. He perdido algunos textos, pero pocos porque hago buckups con frecuencia. Tal vez el mayor disgusto sea la dificultad para conectar el ordenador a Internet en los hoteles.
P. ¿Qué es lo último que ha comprado de tecnología?
R. Mi hijo me ha regalado un módem para tener Internet móvil. Yo lo enchufo y ya está. Sin mi hijo no podría hacer nada.
P. ¿Emplea mucho el móvil?
R. Siempre lo llevo encima. No quiero ninguno de estos teléfonos móviles que hacen de todo porque sólo de pensarlo me pongo pálido. No quiero que me lo cambien.
P. ¿Así que tiene más tecnología de la que necesita?
R. Claro. Que no me actualicen más, por favor.
P. ¿Se ha puesto normas para utilizar el móvil?
R. Por la noche lo dejo en el despacho y lo apago para la siesta.
P. ¿Hace fotos digitales?
R. Llevo una pequeña cámara en el bolsillo que utilizo para sacar apuntes, como una inscripción o una vista de un río. No tengo ínfulas artísticas. Antes sacaba fotos, las llevaba a revelar y en muchas no había nada. Ahora, conoces el resultado al instante.
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