Pericos para siempre

La propuesta es firme y el consejo directivo del Espanyol debe estudiarla en breve: el nuevo campo que tiene previsto inaugurar dentro de un año en Cornellà reservaría un espacio para depositar las urnas con las cenizas de los socios fallecidos que así lo hubieran deseado en vida. Las líneas maestras del acuerdo ya han sido expuestas al club blanquiazul, en concreto a su director de marketing, Adolfo Bara, por la firma Marc Urnas Bach. El trato se inscribe en la línea de comercialización de los 12.500 metros cuadrados de los que dispondrá la entidad, terreno de juego y gradas al margen.

El Espanyol percibiría unos cuatro millones de euros, que podrían llegar a ser siete en función de diferentes variables por ceder un espacio de 1.000 metros cuadrados para dicho fin por un periodo que oscilaría entre los diez y los quince años. Cada columbario, con capacidad para cuatro urnas, costaría 3.000 euros.

"Entiendo que ahora la directiva debe valorar si este tipo de actividad, un tanto especial y sin precedentes en España, puede suscitar algún rechazo o no. El número de incineraciones es cada vez mayor y una empresa externa se encargaría de comercializar el producto", explica Bara; "la oferta económica es interesante y considero que dicha empresa tiene en cuenta que el Espanyol rompería un tema tabú y le abriría la puerta para lograr acuerdos similares con otros clubes".

El nuevo campo del Espanyol costará alrededor de 55 millones de euros, a los que hay que añadir el monto de los acondicionamientos de sus aledaños. El club calcula que el traslado le permitirá un aumento de diez millones de euros anuales en sus ingresos debido a las ventas de palcos y asientos VIP, los locales comerciales, el incremento de abonos y la gestión de los patrocinios.

Una de las gestiones inmediatas es la comercialización del nombre del estadio. Se calcula que el retorno publicitario que genera es de 4,5 millones anuales y los acuerdos en Europa, en este aspecto, suelen ser por siete años.