Álvaro Salvador crea aforismos sin verdades

"No creo en las verdades, ni siquiera en las mías". Partiendo de esa premisa, el poeta Álvaro Salvador (Granada, 1950) ha publicado en la editorial almeriense El Gaviero una colección de aforismos titulada Después de la poesía. Aunque sea la primera vez que se sumerge en el género, Salvador siempre se ha sentido atraído por los aforismos. "Lo que ocurre es que los consideré un género para el que se necesitaba cierta sabiduría, cierta experiencia de la vida", asegura el poeta, que ha escrito el libro en un periodo en el que le costaba mucho trabajo escribir poemas.

"Me está resultando difícil terminar el poemario en el que llevo trabajando casi 10 años. Al principio temí no escribir más poesía, pero eso ya me ha ocurrido otras veces. El problema es que no quería repetirme y he estado buscando un tono nuevo, diferente", explica. Esta dificultad y su dedicación a lo largo del tiempo parecen haber dado resultado. Hace unos días, un poema de Salvador era galardonado con el premio nacional Antonio Machado, al que se presentaron más de 1.200 trabajos. "Ha sido una satisfacción enorme y una especie de reconocimiento a toda una trayectoria, ya que se premia sólo un poema y está claro que hay que haber escrito muchos para conseguir que uno solo se defienda bien entre tantos", confiesa.

En Después de la poesía, los aforismos se presentan como verdades que unas veces resultan agradables y otras golpean la conciencia del lector. Pese a que en algunos de ellos el componente nostálgico parece adquirir cierto protagonismo, Salvador dice que no tiene "nostalgia más que de algunos amigos queridos que ya se fueron". "De lo demás no me quejo, creo que en el cómputo general aproveché bastantes oportunidades", agrega.