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Petición de un año para tres menores por pegar a un punk

Los acusados, de Democracia Nacional, hundieron la frente a golpes a un joven

La Fiscalía de Menores de Madrid solicita un año y seis meses de internamiento por lesiones para los cinco skinheads simpatizantes del partido Democracia Nacional que apalearon sin ningún motivo -"por su estética"- a otros tres menores.

Todo ocurrió la noche del 24 de septiembre de 2006. Ese día, casi un centenar de adeptos de Democracia Nacional se reunieron en la sede de este grupo, en el barrio del Pilar. Tras lanzar saludos a Hitler, algunos de los asistentes emprendieron una violenta batida por el barrio del Pilar para escarmentar a quienes ellos llaman "guarros".

Los 'skinheads' apalearon a sus víctimas "por su estética" diferente
Los agresores iban provistos de hierros, cadenas y 'puños americanos'

Entre los agresores figuraban los menores a los que el fiscal pide ahora un año y seis meses de internamiento. Iban provistos de hierros, cadenas y puños americanos, y también les acompañaban mayores de edad, "todos ellos afines a Democracia Nacional", según el fiscal. Además, "portaban la típica simbología e indumentaria nazi", especifica el abogado Guillermo Pérez-Reyes. A su cliente, cuyo nombre se omite porque es menor, los acusados le propinaron una brutal paliza. Uno de los golpes, con un puño americano, le hundió parte de la frente. "Herida inciso-contusa frontal derecha con hundimiento craneal, de dos centímetros, y orbital", reza el parte médico, entre otras lesiones. Tardó 128 días en curar. Aún le quedan secuelas.

De este asunto se han derivado dos procedimientos penales; éste, contra cinco menores, y otro que desarrolla un juzgado de la plaza de Castilla contra los skins mayores de edad también detenidos aquella noche. Tres testigos protegidos han ayudado a los jueces a identificar a los agresores.

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El fiscal asegura que pegaron a estos menores "por su diferente estética" y entiende que cometieron delitos de lesiones. En realidad, el citado menor centró las iras de los neonazis porque era un punk. Aunque aquel día hubo muchos más heridos en la zona, fruto de la arbitraria "caza" desatada por los skins.

Cerca del lugar de la agresión está la comisaría de Fuencarral. El letrado Pérez Reyes se ha quejado a la Delegación del Gobierno de la inacción y falta de previsión de los responsables de esa comisaría ante los efectos de la reunión de Democracia Nacional. Fueron agentes de otra zona los que intervinieron finalmente en las detenciones, asegura.

El abogado no está de acuerdo con la calificación de hechos de la fiscalía. Entiende, a diferencia del ministerio público, que hubo un asesinato intentado. Y que, además, debe imputarse a los acusados por asociación ilícita. "La brutalidad de la agresión a mi hijo, así como la forma y circunstancias en que ésta se produjo, indica que los hechos son un delito de asesinato en grado de tentativa", señala la madre del menor al que le hundieron la frente. Quiere que los acusados cumplan cuatro años de internamiento en un centro cerrado y que indemnicen con casi 11.000 euros.

Los informes que obran en el juzgado revelan que los acusados son de familias acomodadas. El padre de uno de los agresores, ingeniero de 53 años, explicó a los peritos del juez tras la detención de su hijo. "Es un chico que se deja absorber, inocente y muy influenciable, inmaduro, muy protegido por todos, estudioso y normalmente obediente", contó. Y añadió: "Cambió a los 16 años. Su lenguaje empezó a ser distinto y nos preocupó ver entre sus cosas elementos de temática neonazi. No es ésa la educación que le habíamos dado".

Otro de los acusados también pertenece "a un ambiente estable y estructurado". En el momento de los hechos cursaba 3º de la ESO y estaba vinculado a movimientos neonazis. "Es vulnerable", destacan los peritos, "hacia ideologías fascistas y neonazis, y podría volver a verse involucrado en actividades violentas y agresivas. Cuestiona la autoridad de la figura paterna".

Los padres de este menor refirieron que "hasta hace tres años su hijo apenas hacía vida social: era un niño muy apegado a la familia". Luego comenzó a ir a discotecas para menores con unos compañeros del colegio. "Los conocíamos y no eran conflictivos", dijeron. Sin embargo, señalaron que no conocían a los menores detenidos junto a su hijo por la salvaje agresión del 24 de septiembre. "Sólo sabemos que estos otros chicos, relacionados con la ideología neonazi, van a un colegio de pago cercano al estadio Santiago Bernabéu, al que también va nuestro hijo". Los tres acusados han reconocido lisa y llanamente que son neonazis, según los peritos.

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