La Fiscalía apoya a Josué

La Fiscalía solicitó ayer la declaración de "despido nulo" por parte de la Escuela de Magisterio La Inmaculada de Granada hacia Josué González, el profesor que denunció haber sido despedido por "no atender la llamada de Cristo". El Ministerio Público estimó la demanda presentada por el joven profesor de Educación Física contra la Archidiócesis, que dirige el centro adscrito a la Universidad de Granada, en la vista celebrada ayer en el Juzgado de lo Social 6 de Granada.

"Nadie se puede creer que Josué mantenía un contrato temporal después de asumir el 97% de las horas trabajadas de la jornada plena", alegó ayer el abogado de González. El letrado resaltó cómo la administradora del centro, Guadalupe Martínez, admitió que el perfil profesional del profesor era idóneo, pero que no cumplía con el compromiso cristiano del centro. González había denunciado que Martínez le explicó cómo prescindieron de su docencia "por no evangelizar a los alumnos".

Martínez admitió ayer una versión más descafeinada ante la juez: "Buscamos gente que forme maestros cristianos y el perfil profesional no es suficiente". La demanda condenaba el despido por violar el Artículo 14 de la Constitución. La Inmaculada no renovó a González y contrató en cambio a otro profesor con menor antigüedad. Posteriormente, el centro contrató a otro aspirante, pese a que la Comisión de Evaluación le había puntuado en la cuarta posición según sus méritos profesionales. La administradora negó ayer haber recibido el escrito de la comisión evaluadora, a pesar de que éste fue entregado al equipo directivo del centro, del que forma parte.

La abogada del centro defendió que la Archidiócesis no violó ningún derecho fundamental al alegar otros motivos además del religioso para no renovar al profesor. González había rechazado recientemente una indemnización ofrecida por el centro para así evitar el juicio.