El Sevilla vuelve a depender de su cantera
La plaga de lesiones obliga a Jiménez a improvisar en la defensa ante el Steaua
El Sevilla atraviesa por una realidad que no podría ser más exigente aunque se la hubiera diseñado alguien con muy poco, poquísimo, cariño hacia el conjunto de la capital andaluza. El Sevilla busca esta noche en Bucarest frente al Steaua una victoria que le blinde su pase a la eliminatoria de octavos de final de la Liga de Campeones. Y lo hace obligado a improvisar en la defensa. Y no por las viejas lesiones de Javi Navarro y Escudé o el fallecimiento de Antonio Puerta, que le han obligado a cambiar los planes desde el inicio del curso. En la mañana de ayer, el internacional holandés Boulahrouz se quedó en Sevilla como consecuencia de la sobrecarga de trabajo que arrastraba el adductor de su pierna derecha. Manolo Jiménez, que se estrenó en el cargo con una goleada ante el Valencia (3-0) y la participación desde el inicio de dos zagueros con ficha del filial, Fazio y Crespo, puede verse obligado a tirar de otro valor del Sevilla Atlético para este importante partido: el central Lolo.
Sólo quedan dos centrales, Mosquera y Dragutinovic, y un chico del filial, Lolo
Con Navarro, Escudé, Fazio, Crespo y Boulahrouz en parada forzosa, el Sevilla tan sólo cuenta con el colombiano Mosquera y el serbio Dragutinovic para ocupar el centro de la defensa. Y eso al precio de retrasar al lateral izquierdo a Adriano, que, como consecuencia de la lesión del portugués Duda en el entrenamiento del lunes, tan sólo cuenta con Diego Capel como sustituto. La temporada no podría haber sido más exigente para el Sevilla, para toda la estructura del club. En plena vorágine, el equipo filial ha contribuido con su entrenador y hasta tres jugadores, incluido Lolo, para este encuentro europeo. El resultado no ha sido perfecto, pues los de Jiménez perdieron en su vista al Vicente Calderón de la pasada semana (4-3), pero fue una de esas derrotas que están hasta permitidas, en las que el crédito del equipo apenas se vio dañado.
La única duda que tiene el Sevilla es si el canterano Lolo debutará en Liga de Campeones desde el inicio del encuentro frente al Steaua. Todo lo demás, lo tiene más que claro. El triunfo para los sevillistas es más importante de lo que podría parecer en el papel. Tras perder frente al Arsenal en Londres y vencer al Slavia y al propio Steaua en el Sánchez Pizjuán, una nueva victoria le daría la tranquilidad en la competición europea, de la que no goza en la local, a más de una decena de puntos de la cabeza de la Liga. Además, le permitiría enfrentarse al Arsenal con tan sólo la honra en juego. No es ningún secreto que los sevillistas buscan que el conjunto de Arsène Wenger, de ganarle en Sevilla, aporte el mismo nivel de moral que el que trajo de zozobra con su contundente derrota en el Emirates Stadium (3-0).
Enfrente tendrá a un equipo dislocado por su propietario, el excéntrico millonario Gigi Becali, que esta misma semana ha contratado a cinco jugadores y ha sentado a Lacatus en el banquillo azulgrana, el tercer entrenador en lo que va de temporada.
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