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Historia de un travestí en Sevilla

Las películas Al otro lado, del director Luis Filipe Roucha, e Irina Palm, de Sam Garbarski, presentadas ayer en el Festival de Cine Europeo 2007 de Sevilla, ponen en duda los prejuicios humanos e invitan a la reflexión sobre la relación con el otro o la justificación de los fines.

La producción portuguesa Al otro lado cuenta la historia de un travestí deprimido que recupera sus ansias de vivir cuando se enamora de un adolescente con síndrome de Down.

El director de la película, Luis Filipe Roucha, se ha lamentado ante los medios del desconocimiento que existe del cine español en Portugal, así como del cine portugués en España. "Parece que haya un mundo entre los dos países de la Península", ha explicado. La película, "de bajo presupuesto", no ha significado un obstáculo para Roucha, que ha reconocido que "ha hecho la película que verdadamente quería hacer".

Asimismo, el director ha comparado la magnitud social de la cinta con un "campo minado", ya que la historia habla de dos personajes "anormales" que son motivo de prejuicio y marginación durante muchos años.

Al otro lado, logra, según Roucha, que los dos personajes "anormales" se conviertan durante el transcurso de la película en personajes "normales" a los ojos del público, porque luchan por sus sueños como cualquier otro ser humano.

Lo que más interesa de los personajes, en palabras de Roucha, "es que cada uno está solo, en su margen, pero aceptan su condición y siguen viviendo con esfuerzo, carácter y nobleza".

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La otra película presentada hoy en el Festival de Cine Europeo 2007, Irina Palm, está protagonizada por la veterana actriz Marianne Faithfull. La película narra la historia de Maggie, una anciana que, ante la falta de dinero, decide aceptar un trabajo en un club erótico londinense para costear el tratamiento al que se debe someter su nieto en Australia si quiere continuar con vida.

Maggie logra el dinero, pero tendrá que soportar una situación límite a la que se opone en un principio su hijo, tras descubrir su doble vida, y un vecindario que se aferra a su moral provinciana

El director Sam Garbarski ha explicado que la idea de la película surgió de un amigo suyo que observó un documental sobre este tipo de locales en Japón. Asimismo, ha reconocido en rueda de prensa que las productoras les miraban "raro" al ver el guión.

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