Rijkaard pide un Barça más práctico

El Betis dio hace seis meses un serio mazazo en el Camp Nou cuando Sobis empató en el último minuto a falta de cuatro jornadas para acabar la Liga. El Barça perdió aquel día el liderato y medio título. Medio año después, hay signos que conducen al desánimo. La dinámica se repite: los azulgrana imponen su jerarquía en el Camp Nou, aunque ya tuvieron más problemas de los esperados ante el Almería, y dormitan invariablemente fuera, donde sólo han ganado 6 puntos de 15 posibles. Ni siquiera el revulsivo de los fichajes le han reactivado, hasta el punto de que el propio Henry ha pedido que nadie espere de él al jugador que era en el Arsenal.

La junta está preocupada, pero Frank Rijkaard, el técnico azulgrana, dijo ayer que ni siente miedo ni inquietud por la situación actual al asegurar que hay tiempo para reaccionar. Tras el enfado que mostró en Valladolid (1-1), el entrenador expuso ayer alguna de las claves para comprender por qué el Barça muestra dos caras, una sólida en casa y una débil fuera. El holandés explicó que en el Camp Nou los rivales suelen cederle el balón al Barça y la tarea es encontrar espacios. Y en campo ajeno es distinto. "Los rivales no hacen juego de construcción, luchan más, buscan la segunda jugada. Y eso a nosotros nos cuesta un poquito más. Hay que olvidarse a veces del juego bonito y luchar para todo lo demás", concreta.

Los azulgrana recuperan a Abidal y Henry ante un Betis muy necesitado

Dio la sensación de que Rijkaard se arrepentía instantes después de haber dicho esa frase por si se podía interpretar que estaba renegando del juego ofensivo, un sacrilegio en el Camp Nou. "A ver", agregó, "queremos jugar bonito siempre y ganar, pero la diferencia es que hay equipos con menos fama que se olvidan del juego de posición y que lanzan balones largos por los que hay que luchar. Hay que tener una mentalidad más de trabajo. Pero queremos jugar y ganar de forma atractiva". Quizá sorprenda tanto reparo a que se malinterprete esa reflexión y, por contra, se hable con tanta naturalidad de la necesidad de trabajar más en un equipo que hace un año se quedó en blanco. Márquez dijo el viernes que tenía razón Rijkaard cuando les pedía más sacrificio y Xavi admitió que el equipo perdió la agresividad en la segunda mitad en Valladolid.

El holandés, que ante el Betis (19.00, PPV) recupera a Henry y Abidal y ha dado descanso a Milito, dio un leve tirón de orejas a Messi, desaparecido en Valladolid -"sólo le ha pasado en un partido, no ocurre nada"-, y pidió a Ronaldinho que mantenga el ritmo tras marcar de jugada por primera vez en cinco meses: "Le he dicho que tiene que seguir creciendo. Eso forma parte de su responsabilidad. Es un gran jugador y los grandes tienen que reaccionar. La imagen que ofreció es la de coger el ritmo y mejorar. Me alegro mucho por él".

Sin nada que perder, Héctor Cúper, el técnico del Betis, quiere sacarse la espina de la derrota ante Osasuna: "Quizá parezca optimista, pero, como la lógica en el fútbol es relativa, quizá el lunes hablemos de gesta".