El Depor tiene un plan, el Mallorca, a Güiza

El Depor tenía un plan. El Mallorca, un goleador y la contra perfectamente armada. Son dos maneras para cocinar los puntos. Los coruñeses lo intentaron a fuego lento, insistiendo en la elaboración, pero con un evidente problema para dar con el toque del gol. Esto es, precisamente, lo que le sobra al equipo de Manzano. Entre Güiza y Arango suman más goles que todo el plantel deportivista.

Lotina encomendó la suerte de un equipo apurado en la tabla a la misma fórmula de los últimos cuatros partidos, independientemente de que el saldo en el casillero no hubiese refrendado el fútbol desplegado. El Depor intentó tratar bien la pelota para llegar al área del rival. Lo de marcar es otro asunto. En los primeros minutos Guardado ya había desperdiciado una pared con Bodipo que lo dejó a solas con Moyá.

Parecía una tarde tranquila en Riazor. Pero en el minuto 11 Guardado, con mucha prisa para demostrar su clase, sorteó un pase en el centro del campo, Tuni pilló el regalo y se lo entregó a Varela. El centrocampista recortó a Coloccini y su disparo seco con la zurda tropezó en la mano de Aouate y se estrelló mansamente en el larguero. La pelota quedó llovida sobre la línea. Por allí apareció Güiza para empujar a la red.

El Depor se empeñó en mantener la receta, pese a no poder contar con Sergio y el delantero Xisco. Y, en ese empeño, apareció un incansable Bodipo en su estreno como titular. Se coló en el minuto 39 con una pelota que quedó distraída y Moyá lo derribó. Guardado transformó la pena máxima. El Mallorca se había quedado con diez por la expulsión del portero. Manzano sustituyó al lateral Molinero en un gesto de valentía. En el segundo tiempo el Deportivo lo intentó de todas las maneras con el viento a favor. Con Riki, Taborda y Bodipo a la vez. El plan es bueno. Falta un Güiza, aunque se espera a Bodipo.