Una defensa en caída libre

Obsesionado con clasificarse para la Champions, el Atlético invirtió este verano 80 de millones de euros en ocho refuerzos: Forlán, Simão, Reyes, Luis García, Raúl García, Cléber Santana, Diego Costa y Abbiati. Un delantero, dos extremos, cuatro medios y un portero. Ningún defensa. "No hacía falta", puntualizan en el club, "la línea es eficaz y consistente. Apuntalamos lo que hacía falta, sobre todo tras la paliza que nos dio el Barça (0-6) la temporada pasada. Además, ya la remozamos entonces. Trajimos a Seitaridis, Pernía y a Zé Castro. Y a Eller en el mercado de invierno".

"El Atlético tiene uno de los mejores ataques del mundo", se jacta Javier Aguirre. El entrenador mejicano no saca tanto pecho cuando le requieren por sus zagueros. "El equipo tiene mucha calidad, de lo que más me está gustando es el trabajo sin la pelota". El cuadro rojiblanco es, con siete goles en contra, el segundo menos goleado. Igual que el Barcelona y sólo con dos más que el líder, el Real Madrid. "Los números nos avalan", sentencian desde el Calderón.

Es el segundo equipo menos batido. "Los números nos avalan", sentencian en el club

Si las estadísticas van por un lado, las sensaciones van por el contrario. Por mucho que se concedan 12,13 remates por partido, 5,5 menos que el Madrid. Los desajustes en las ayudas, unidos a las lagunas de comunicación, propiciaron un arranque agridulce. "Nos adelantamos en dos ocasiones como visitantes, en el Bernabéu (2-1) y Murcia (1-1). Eso es un premio que no se puede desperdiciar. Pero lo hicimos. Aunque se debió a un fallo colectivo, no exclusivo de los de atrás. Fue por las ganas que había de ganar. Si nos marcaron, fue por querer meter el segundo", analiza Aguirre.

El técnico se mostró muy disgustado el jueves, por las "facilidades" que se dieron al Lokomotiv en Moscú (3-3). En los tres últimos partidos, el Atlético ha encajado seis goles. "Tuvimos despistes, con el 1-2 debimos cerrar el partido", reconoce Pablo. El central, titular en todos los partidos de Liga, es el jugador más utilizado de la plantilla, con 720 minutos. Le sigue Maniche, con 698. "Pablo ha vuelto a su mejor nivel", le respalda la directiva. "En Moscú intentamos hablar, pero no lo hicimos bien y ellos acumularon mucha gente en las jugadas de estrategia", reconoce el central. Ivanovic arrolló a Pernía hasta que le dio el empate a Bilyaletdinov. Odemwingie logró el 2-2 a puerta vacía, tras una patada al aire de Antonio López. El africano marcó el tercero dos minutos después, en un saque de esquina que retrató las carencias de Eller, Pablo y Cléber Santana.

Tanta falta de diálogo ha llevado a Aguirre a alejar la defensa de la portería. "Hemos adelantado 30 metros la línea de la defensa, más que el año pasado. Es arriesgado, pero nos sirve para lanzar mejor los ataques... Está claro que somos un equipo ofensivo. ¡Agüero y Forlán están hechos dos sinvergüenzas!".

Frente las alabanzas a la dupla ofensiva, las referencias a los zagueros son menos estridentes. "En el equipo hay centrales con mucha experiencia. Cualquiera lo puede hacer bien", prosigue Pernía. "Qué bueno que se recuperó. Perea me sirve tanto en el centro como en el lateral", proclama Aguirre. "Somos un equipo equilibrado", insiste Pernía. El lateral argentino, junto a Seitaridis, Pablo y Perea, forjó la defensa de los cinco primeros encuentros de Liga. Hasta que el suramericano, junto a Leo Franco, se lesionó en Bilbao. El lateral griego volvió renqueante tras jugar con su selección. La goleada del Barça (3-0) llegó a continuación.

Ya de vuelta, Perea funcionará por el lateral derecho ante la baja de Seitaridis. A su vez, Zé Castro ocupará el puesto de central que deja libre el colombiano. En el Atlético no consienten que les falten suplentes atrás. Tampoco reconocen la falta de contundencia de Eller, fichado del Trabzonspor. "Se dieron ofertas por Pablo, Seitaridis y Pernía. Pero cuentan en el proyecto". Si el Atlético vence al Levante, sumará cinco triunfos en nueve encuentros, algo que no logra desde hace diez años.