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Entrevista:EIDUR GUDJOHNSEN | Jugador del Barcelona | Novena jornada de Liga

"Jugar en el Barça no es tan fácil"

En el vestuario le llaman "oso" y en la calle, "bacalao". Nació en Reijkavik (Islandia) en 1978. Eidur Gudjohnsen es hijo de futbolista y se le nota. Ayer compró 93 entradas para el Barcelona-Betis orgulloso: sabe que el Barcelona es el primer equipo de Islandia.

Pregunta. ¿Qué ha cambiado en el inicio de su segundo año?

Respuesta. Estoy mucho más tranquilo, más relajado. Jugué ocho años en Inglaterra y fue difícil adaptarme a otra mentalidad. Son cositas, detalles. Nada en concreto: es en general. Las expectativas eran muy altas y no marqué suficientes goles. No estuve a la altura.

P. Metió 12 goles.

"Puedo dar mucho más. Tal vez en Glasgow descubrieran a otro Gudjohnsen"
"Cuando robamos la pelota tenemos que buscar profundidad y no tocar y tocar"

R. Pocos. Esto es el Barcelona, llegaba al equipo perfecto, lo había ganado todo y eso hace difícil sorprender. No jugamos en toda la temporada como el año anterior. Claro, ¡llegué yo!... (ríe). Venía del Chelsea, donde jugaba casi siempre en el centro del campo. Como delantero era el único punta, solo arriba. Por banda, entraban desde mis espaldas y aquí es diferente. No es que me sintiera incómodo, no es eso, pero jugar en el Barça no es tan fácil como parece desde fuera.

P. ¿Le perjudicó que se le asociara tanto a Larsson?

R. Sí. Aquí está acostumbrada a que sus delanteros sean los pichichis. Por eso, recibí muchas críticas. Jugar en el Barcelona parece fácil, pero no es así. A veces piensas: con esos jugadores, todo es fácil. Y no, no es tan fácil.

P. ¿Tanto cuesta integrarse al club, a la vida en Barcelona?

R. No, mi familia está a gusto, mis hijos también, son felices. El mayor juega en el Barça y los dos hablan catalán más que yo (ríe). En eso no hay problema. El tema es deportivo. Depende de dónde te pongan, de la realidad del equipo, sobretodo. El año pasado no alcanzó el nivel de años anteriores. Y yo tampoco jugué como puedo hacerlo. Mi posición es la de Glasgow.

P. Txiki dijo que hizo un partido admirable...

R. ¿Ha dicho esto? ¡Vaya! (Ríe a carcajadas). Sé que puedo dar mucho más, no hay que exagerar. Puede que en Glasgow descubrieran a un nuevo Gudjohnsen.

P. Fue el único que se ofreció al pase. Dice Xavi que hay problema en eso.

R. Es algo que hemos hablado en el entrenamiento. Cuando robamos la pelota tenemos que buscar profundidad y no tocar, tocar y tocar. Es el Barça, vale, y toca, vale, pero hay que buscar equilibrio; de cada diez pases, tres pueden ser en profundidad. Si la perdemos arriba no pasa nada; mejor, podemos recuperar la pelota arriba. Hay que compaginar el toque para hacer bascular al rival pero usar más el pase directo. Pero es complicado, el rival no es tonto. Por eso, tenemos que jugar con más velocidad y ritmo, para sorprenderles un poco, no dejar que se replieguen. Con el Chelsea nos pasaba lo mismo. Todos los equipos que jugaban en Stamford Bridge se quedaban esperando la pelota. Tampoco era fácil.

P. El año pasado hizo hablo con rudeza tras la eliminación de la Champions. ¿Se arrepiente?

R. (Ríe) No... no sé... No fue una crítica al compañero. Era una reflexión, yo también formo parte del equipo. Sólo dije que no basta ser mejor. Estaba enfadado porque era el Liverpool en la Champions; es que no me caen muy bien, no me gustan, no me llevo bien con ellos. Y perdimos, me dolió. 20 jugadores del Barça serían titulares en Liverpool y ellos, como mucho, tienen a dos jugadores que pueden jugar en el Barça. Y te preguntas ¿Por qué nos ganan? Eso quise decir, que no basta con ser mejores. Estaba muy enfadado.

P. El club le sacó al mercado en verano, ¿le dolió?

R. Un poquito, no me hablaron a la cara. Si querían decirme algo me lo podían haber dicho. Hablé con el mister y con Txiki. Y estando lesionado, no podía irme. Estuve a puntito de hacerme una artroscopia. Tuve ofertas pero (con énfasis y tocándose el pecho) no podía. Me decían, 'ven y te curas aquí', pero sentía como que engañaba. Pero si no me fui es porque quiero triunfar aquí. Nunca tiro la toalla: Nunca, nunca, nunca en mi vida. Y no voy a renunciar tan pronto a una ilusión de niño. Mire, con 17 años, me lesioné y me dijeron que debía retirarme del fútbol. Yo le dije al médico: Te equivocas, jugaré. Y aquí estoy.

P. ¿Entiende a Henry?

R. Le veo y pienso en mí. Le veo haciendo movimientos y que no le llega la pelota, se decepciona un poquito y sé que es cuestión de tiempo. A mí me pasó. Hemos hablado de eso. Él estaba acostumbrado a otra cosa y ahora debe adaptarse. No es tan fácil jugar en el Barça. Pero Henry lo tiene todo, talento, gol, calidad... Sólo es necesario tener paciencia y ayudarle. Sabe que puede contar conmigo.

P. ¿Y Ronaldinho, necesita ayuda?

R. Si la necesita, el equipo se la dará. Parece que no se puede perdonar que no juegue un partido al nivel más alto porque todo el mundo está encima de él. Pero es Ronaldinho y lo que más me sorprenden es como maneja esa presión. Ni la nota. Lo encaja todo, sigue igual: haciendo bromas, riendo. Es un jugador decisivo y todos sabemos la calidad que tiene. Para mí sigue siendo el mejor del mundo.

P. ¿Si hoy no juega porque vuelve Touré Yaya?...

R. Hay que ganar. Me decepcionaría un poquito, pero manda Rijkaard. Y si debo decir algo, su puerta está abierta.

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