Enseñar el inglés justo para ir tirando
Dedicó su año sabático a recorrer diversas universidades de América Latina y de aquella experiencia surgió un proyecto de cooperación para enseñar inglés especializado a profesores de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en León. "En Nicaragua hay una necesidad muy grande en inglés y se me ocurrió poner en marcha un curso de formador de formadores en este idioma, es decir, un posgrado para que los profesores de inglés de carreras distintas de Filología Inglesa, como Medicina, Veterinaria o Ingeniería pudieran dar clase a sus alumnos", explica Pilar Bonet, profesora de inglés económico-empresarial desde hace más de 30 años en la Universitat de València.
Bonet, que ya había colaborado en experiencias latinoamericanas de menor envergadura, consideró que implantar este curso de inglés específico apoyaba la idea de desarrollo sostenible en tanto que se trataba de capacitar a los profesores de la universidad nicaragüense para dejar de ser dependientes. Y se puso manos a la obra. Reclutó a dos colegas, Russell Di Napoli, de la Facultad de Economía de la Universitat, y a la profesora Victoria Algarra, de la Facultad de Bellas Artes de la Politécnica de Valencia, y juntos diseñaron el curso y se repartieron los módulos a impartir.
"En este tipo de programas de cooperación entras por acción directa, conoces a alguien que sabrías que sí que iría y formas un grupo", detalla Bonet. El voluntarismo del docente no basta. Las universidades a las que están adscritos los profesores ceden su capital humano y abonan sus pasajes.
La primera edición de este postgrado de inglés específico, de 200 horas de duración, ha llegado a su fase final y los estudiantes, que a su vez son profesores de la universidad centroamericana y del Instituto Tecnológico de Costa Rica, ultiman sus trabajos de investigación, que leerán en breve ya que el curso está en trámites de convertirse en maestría, el equivalente a nuestros másteres oficiales, lo que le otorgaría mayor rango.
"Los profesores que han asistido al curso no sabían cómo abordar una clase de inglés para un futuro médico, ingeniero o economista, que no es sólo enseñar inglés sino dar los trucos para saber leer un artículo científico, entre otras muchas cuestiones", advierte Bonet. Y pone algunos ejemplos: "Un economista debe de saber que algunas palabras en su ámbito toman otro significado, como bull, que traducido literalmente es toro, pero que aplicado a las finanzas significa alcista. Médicos o ingenieros tienen que estar muy acostumbrados a leer artículos científicos, por lo que deben identificar su estructura y conocer prefijos y sufijos que les ayuden a encontrar el sentido a muchas palabras no técnicas". En definitiva, se trata de suministrar las herramientas a unos futuros profesionales, que no necesitan tanto hablar inglés como un diplomado en Turismo, pero sí manipular materiales para estar actualizados.
Es sintomático que sea de España, a la cola en la UE en dominio de idiomas, de donde parta la iniciativa: "En nuestro país están muy avanzados los estudios de inglés específico porque en los que ya se domina, no tienen problemas para entender un texto", afirma Bonet.
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