"Lo mejor es que se marche"

Nada de lo que haga Riquelme, tanto en la selección argentina como en los entrenamientos en El Madrigal, le valdrá para volver a jugar un partido oficial con el Villarreal. José Manuel Llaneza, consejero delegado y mano derecha del presidente del club, Fernando Roig, volvió ayer a dejarlo claro. "Es pronto para decir que en diciembre las cosas se vayan a solucionar. Es más, en estos momentos no tenemos ninguna oferta por él, aunque estoy seguro de que para entonces llegarán. Ojalá podamos encontrar una solución digna para todos. Lo mejor es que se marche", apuntó. "No somos ni los buenos ni los malos de la película. Hace tiempo que tomamos una decisión. Es el momento de que Román acabe con el Villarreal. Si no es así, seguirá cobrando su contrato y entrenándose a las órdenes del preparador [Manuel Pellegrini] por si necesita sus servicios", añadió.

La gran actuación de Riquelme el pasado sábado con Argentina, con la que consiguió los dos goles frente a Chile (2-0) en partido clasificatorio para el Mundial en sendos lanzamientos de falta, ha puesto al enganche suramericano de nuevo como un valor en alza en el mercado. Pero el Villarreal ha recordado su situación. A mitad de agosto, a la vuelta de sus vacaciones prolongadas por su participación en la Copa América -Argentina perdió la final contra Brasil (3-0)-, Roig anunció que Riquelme iba a realizar la pretemporada como el resto de los jugadores. A Pellegrini le correspondía alinearle o no. Sin embargo, Riquelme supo nada más regresar que el conflicto generado meses atrás entre el club y él mismo era irreversible. El propio Llaneza le puso sobre aviso. "Ahora sé que me tengo que buscar equipo", declaró tras reunirse con el consejero delegado.

Con las cartas sobre la mesa, el Atlético de Madrid entró en escena. Riquelme confesó que tuvo una charla con Javier Aguirre, el técnico rojiblanco. El acuerdo parecía inminente entre las tres partes en juego. El Villarreal recibiría unos nueve millones de euros en concepto de traspaso y el jugador percibiría los mismos emolumentos que en el club castellonense -cuatro millones netos anuales- y tendría un contrato ampliado hasta los tres años, uno más de los que le quedaban en el Villarreal. A última hora, sin embargo, el Atlético se echó atrás. El director deportivo del club madrileño, Jesús García Pitarch, declaró que se abortó la operación "por coherencia". Tener a Riquelme condicionaba el estilo del equipo, con el portugués Maniche y Raúl García como organizadores.

En el Villarreal no dudan de la calidad de Riquelme, pero sí de la conveniencia de que el argentino siga en el club. "Román no tiene que demostrar nada a nadie. Todos sabemos lo gran futbolista que es. Nunca he tenido ninguna duda de ello", aseguró Llaneza.

En el trasfondo de la cuestión está que el Villarreal ha sobrevivido sin Riquelme -desde que no juega, ha ganado dos de cada tres partidos-. "No queremos que vuelva", manifestó una fuente del club.

Perdida su jerarquía en el Villarreal, Riquelme posee ficha federativa con el dorsal 16 y sigue ejercitándose con el grupo como uno más. Cuando llegan los partidillos de preparación, Pellegrini, sin mirarle a la cara ni dirigirle la palabra, le da el peto de los suplentes. Aun así, Riquelme dice seguir mirando todas las semanas la lista de los convocados. Al menos, hasta diciembre.