"Había sangre por todos lados"

Un baño de sangre cerró el Togo-Malí, clasificatorio para la Copa de África de 2008, disputado en la ciudad togolesa de Lomé el pasado viernes. Kanouté, delantero del Sevilla, fue agredido, como 15 aficionados de Malí, tras lograr la victoria con su equipo (0-2). Las heridas del sevillista, definidas como "graves" por Salif Keita, presidente de la federación de Malí, fueron infligidas con un cinturón, según la página web del Sevilla, y necesitaron puntos de sutura. Keita, su compañero en la selección y en el equipo entrenado por Juande Ramos, no sufrió daño alguno.

Peor suerte corrieron su compañero Mamadi Sidibé, "herido en el brazo por un cuchillo", y una quincena de aficionados de Malí, "gravemente heridos tras el partido y que debieron ser evacuados el domingo desde Lomé hasta Bamako mediante un vuelo especial".

Los jugadores de Malí, que acababan de clasificarse para la Copa de África que se disputará en Ghana en detrimento de Togo, vieron cómo el partido se cerraba con una invasión del campo por parte de la afición local.

Sidibé, delantero del Stoke City, inglés, fue operado de sus heridas el viernes, según explicó Keita. "Hemos contado hasta 60 heridos entre nuestros seguidores, varios con roturas de hueso. Espero que África no caiga en el hooliganismo", dijo. "Lo que ha pasado es muy grave", continuó. "Un fotógrafo de Malí fue alcanzado por un proyectil en la cabeza y perdió su cámara", añadió.

La crónica recogida por el diario maliense Kalifa Nama, presente en el estadio, relata que al final del partido "los togoleses se lanzaron contra los malienses. La sangre corría".

Igual de terrible fue el relato de Jean-François Jodar, seleccionador de Malí, recogido por el diario francés L'Equipe. "Fue como en un campo de batalla" contó el seleccionador. "Dentro del vestuario, donde se refugiaron los jugadores y los 1.900 aficionados que les acompañaban, había sangre por todos lados".

Quince seguidores y un internacional malís heridos de gravedad en el encuentro Togo-Mali