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Reportaje:

Nervios en la retaguardia de España

Albiol se inquieta al saber que Luis quiere que releve a Puyol, que niega estar mal de forma

Diego Torres

La megafonía de la T-4 sobresaltó a Raúl Albiol. "Vuelo cuatro-ocho-ocho-seis, embarque por puerta K-83". La voz metálica hizo que el central del Valencia se revolviera en su asiento y mirara ansioso a su alrededor. Parecía un niño de la guerra con estrés postraumático. La voz grabada del aeropuerto lo puso en estado de alerta. Lo desconcertó. Buscó con la mirada a Albelda y se precipitó hacia él como un niño que corre hacia los brazos del padre.

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Mañana España se jugará la clasificación para el Europeo de Suiza y Austria aferrada a Albiol, un muchacho asustadizo. El partido es decisivo en la medida en que una derrota ante Dinamarca dejaría a la selección prácticamente fuera del torneo de 2008, a expensas de resultados ajenos y a falta de dos jornadas para el final de la fase clasificatoria. Albiol está preocupado. Se trata de un chico tímido, dulce como un polvorón, y falto de experiencia. Fue convocado por primera vez hace dos semanas y en estos días, con 22 años, vive su primera experiencia como internacional. Cuando llegó al hotel de Las Rozas, el lunes, pensó que lo haría para aprender al abrigo de los mayores. Asumió su condición de cadete con la inocencia de quien se libera de las responsabilidades más pesadas. Se entrenó a la sombra de Pablo, Marchena y Puyol, los defensas veteranos, y nunca se le pasó por la cabeza que el técnico decidiera ponerle de titular en el partido más exigente del año. Ayer, tras saber la noticia, su tensión era evidente.

A Albiol le fallaron los cálculos. En el entrenamiento del miércoles por la tarde, después de un partidillo inicial, Luis Aragonés mandó a Puyol que se quitara el peto de titular. El seleccionador puso al central del Barça junto a Pablo, y ordenó a Albiol que lo relevara. Puyol se sintió impotente. Cogió el peto y lo arrojó contra la hierba. El defensa más experimentado de la selección, el jugador más veterano del grupo después de Casillas, con 56 partidos, viene de superar una rotura del ligamento lateral externo de la rodilla derecha. Ha jugado tres partidos con el Barça, pero Luis Aragonés prefirió esperar a verle sobre el terreno para juzgar su estado de forma. No percibió que se encontrase en su plenitud.

"Yo estoy perfecto", decía ayer Puyol. "Estoy recuperado y no he sufrido ninguna molestia; tan es así que vengo de jugar contra el Atlético en Liga". El capitán del Barça asumió la decisión del entrenador con entereza. Ayer, mientras embarcaba en el avión que trasladó al equipo a Dinamarca, se le vio tranquilo. Negó que sufriera problemas físicos y los médicos lo avalaron. En el seno de la expedición, la decisión de Luis Aragonés se interpreta como una medida puramente técnica: "Los indicadores médicos dicen que Puyol está curado. Pero los indicadores técnicos dicen que le falta algo. Luis maneja indicadores técnicos porque ha visto al jugador sobre el terreno y ha considerado que no está suficientemente preparado para jugar el partido".

Albiol es un joven fuerte, con un cuerpo perfectamente adaptado a las necesidades del fútbol. Sin embargo, siempre manifestó cierta inseguridad. Durante su trayectoria en el Getafe y en el Valencia, no le faltó padrino. Quique Flores, el entrenador, ejerció de figura paterna. Junto a Quique creció protegido. Cuando dejó el ámbito de su club, se sintió expuesto. Esperó la llamada de la selección con más ansiedad que ilusión. Y ayer, sin más dilación, se enteró de que jugará junto a Marchena el partido más difícil del año. Cada vez que le preguntaron por Puyol se espantó: "¡No sé nada! ¡No sé nada!".

Puyol, en primer plano, cabecea ante Torres en un entrenamiento el miércoles.
Puyol, en primer plano, cabecea ante Torres en un entrenamiento el miércoles.EFE

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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