La Xunta propone a Vigo como cabecera de la autopista del mar

Después de meses de incertidumbre, la Consellería de Política Territorial ha mostrado sus cartas. Vigo es el puerto que defenderá la Xunta ante los gobiernos de Francia y España como cabecera de la futura línea marítima entre ambos países, la denominada autopista del mar. La conselleira María José Caride consideró "tremendamente importante" para Galicia y su economía que un puerto gallego sea seleccionado como terminal española de la línea.

Caride anunció la selección de Vigo después de presidir una reunión de trabajo con los presidentes de las autoridades portuarias de Vigo, A Coruña, Ferrol, Pontevedra y Vilagarcía. La autopista del mar contará con una partida de 30 millones de euros para incentivar a una entidad privada a que la ejecute, elegida por concurso público. "Tenemos la distancia adecuada y las infraestructuras apropiadas y estamos en muy buenas condiciones para poder participar", argumentó la conselleira.

La apuesta por los muelles vigueses ya ha sido trasladada al Ministerio de Fomento. "Es el puerto que entendemos que tiene más posibilidades", señaló la conselleira, ya que "serviría de atracción para todos los tráficos del norte de Portugal y del centro de la Península que buscan un puerto de salida". Cuenta además con "las condiciones operativas adecuadas, las infraestructuras preparadas y en buenas condiciones para participar". Todo ello son argumentos que defiende la Xunta ante Fomento para que seleccione un puerto gallego frente a otro del Cantábrico.

Para que el proyecto de la autopista del mar se materialice, debe existir una empresa interesada en el proyecto, algo que no ocurrió en anteriores ocasiones, en que el concurso quedó desierto. De ahí que los gobiernos de Francia y España incentiven la presentación de propuestas con una subvención de 15 millones de euros cada uno, ampliables por la UE, a lo largo de los seis años del período de concesión. Durante ese tiempo, la empresa que preste el servicio debe cumplir una serie de requisitos, que pasan por la obligación de garantizar el primer año de puesta en marcha de la línea una frecuencia de tránsito de cuatro salidas a la semana, que debe ampliarse a siete en el último ejercicio.

Según María José Caride, empresas gallegas como Citroën están "encantadas" con poder hacer uso de una autopista del mar para el tránsito de sus mercancías entre España y Francia. La conselleira aseguró que otras firmas de comunidades autónomas próximas, entre las que citó Castilla y León, mostraron su deseo de sustituir el transporte por carretera por el marítimo y de que un puerto gallego se convierta en cabecera de la autopista marítima.

Uno de los objetivos del proyecto consiste precisamente en convertirse en una alternativa al transporte de las mercancías por carretera a través de los Pirineos. En el caso de la fachada atlántica, la autovía A-8 a su paso por Irún registra una intensidad media diaria de 8.000 vehículos pesados, un tráfico que va en aumento y que puede conducir a su saturación en los próximos diez años. El concurso público para la explotación de la autopista del mar se realiza de forma conjunta por los gobiernos de España y Francia, que constituyeron una comisión intergubernamental formada por representantes de ambos Estados que se encarga de coordinar el proceso de selección. El pliego de condiciones del concurso no descarta la existencia de más de una línea, siempre y cuando esté justificada técnica y económicamente.

París apuesta por crear una autopista con un único puerto francés de cabecera, mientras que el español es partidario de promover más de uno. La explotación requerirá la creación de una sociedad o entidad mercantil cuya finalidad exclusiva consista en prestar el servicio de la autopista del mar. El accionariado de la sociedad deberá incluir obligatoriamente una compañía naviera, un gestor de la terminal del puerto francés y otro del puerto español.