_
_
_
_
Reportaje:

Las miradas de una mujer

Una exposición recuerda a la pintora coruñesa María Antonia Dans en Madrid

El próximo 17 de febrero se cumplirán 20 años de la muerte de la pintora coruñesa María Antonia Dans, una artista que logró esculpir su nombre en una galería en la que sólo había sitio para hombres. Tras las últimas antológicas en Galicia promovidas por Caixanova, Caixa Galicia y la Fundación Barrié en 1989, 1996 y 1999, respectivamente, una magna exposición reúne su obra en Madrid en la sede de la Fundación Feima hasta el 5 de diciembre. Con esta colección, Feima, dedicada a la promoción del arte gallego en Madrid, inaugura una serie expositiva protagonizada por la obra de artistas gallegas.

La muestra, titulada Ellas, se articula en dos bloques. Por una parte, se exhiben 15 obras que condensan un homenaje a las mujeres que tejen la urdimbre de una sociedad rural tradicionalmente matriarcal, una idiosincrasia que, en buena medida, sigue vigente en la Galicia actual y en no pocos ambiente urbanos. Las madres y las trabajadoras comparten espacio con 10 retratos de mujeres que marcaron la trayectoria de la pintora. Entre estas otras Ellas están su hija Rosalía o la escritora Carmen Martín Gaite. La impronta psicológica brinda un haz luminoso a un trazo que refleja el vínculo estrecho entre pintora y modelos.

"Es una mujer culta y preparada que ejerce de ingenua", defiende el comisario de la muestra

Aunque nació en Oza dos Ríos en 1922, la infancia de María Antonia Dans transcurrió en Curtis, localidad que la acaba de señalar como "hija adoptiva" con ocasión de este aniversario. Los recuerdos del mundo rural de la niñez aportarán a la pintora, más adelante, sensaciones y colores. De la mano de la dibujante Lolita Díaz Baliño, Dans recibió en A Coruña sus primeras lecciones en la adolescencia. Luego se sucedieron las primeras acuarelas y exposiciones en esa ciudad hasta su traslado a Madrid en 1952 tras su boda con el periodista Celso Collazo.

Instalada en su nueva residencia, que ya nunca abandonaría, María Antonia lucha por abrirse camino entre las generaciones de artistas jóvenes. En el Madrid de postguerra, la modernidad apostaba por la abstracción, pero sus pinceles continúan evocando sus raíces. En este contexto artístico, pronto la crítica señaló la calidad de su obra, lo que le reportó niveles de visibilidad y reconocimiento inusuales para las escasas mujeres artistas de su época.

El pintor Luis Caruncho, comisario de la exposición y amigo personal de la artista, rechaza la consideración de naif que, en ocasiones, se ha aplicado al trabajo de Dans. "Nada más lejos. Antonia es una consumada pintora que ha encontrado su propio lenguaje tempranamente, sus cuadros son fruto de su forma intrínseca de ser. Sí que hay que estudiarlos como la obra de una artista ingenuista, que no es lo mismo. Es una mujer culta y preparada, pero que ejerce de ingenua, y esta ingenuidad la transmite a través de sus pinceles". Otros artistas vinculados personalmente a la pintora están invitados a su fiesta, como queda patente en las firmas que ponen nombre y apellidos a los textos del catálogo de la muestra y que suponen un atractivo añadido a la colección. De la obra de María Antonia Dans dieron testimonio, en varias ocasiones, José Manuel Caballero Bonald, Domingo García-Sabell, Manuel Vicent, Cándido, Gabriel Celaya, Antonio Gala, José Hierro y Francisco Umbral

A juicio de la directora de Feima, Marta Rey, la obra de la coruñesa sitúa a la mujer gallega, su protagonista absoluta, en la memoria colectiva a través de una gran carga testimonial y reivindicativa sobre la que planea un potente aliento poético. "La representación de la mujer en la obra de María Antonia Dans está envuelta en un halo de recuerdo, de ensoñación, a modo de imágenes retenidas en la memoria que surgen en el momento de enfrentarse al soporte pictórico. Vivencias rememoradas, vuelta a instantes del pasado y a escenas grabadas en la mente de una mujer que vivió intensamente su relación con el entorno rural gallego, con el paisaje, con las costumbres y tradiciones y con la sociedad gallega del momento".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_