Increíble Mallorca, increíble Arango

El Mallorca parece haber cogido el gusto a las grandes remontadas en casa. Si hace dos semanas endosó cuatro goles a un Valladolid que llegó a ir ganando por 0-2, ayer calcó el esquema y acabó imponiéndose al Getafe por el mismo tanteador con una brillante actuación de Arango y, como ingrediente extra para la épica, jugando en inferioridad numérica durante la media hora final, en la que firmó la victoria.

Aunque seguramente es desaconsejable para la salud de su afición, el cuadro balear se ha acostumbrado a acabar las cosas mejor que como las empieza. Y ante el Getafe no pudieron empezar peor. Los de Laudrup comprobaron enseguida que la defensa del Mallorca no tenía su tarde. Al primer balón recuperado, montaron una contra y se frotaron los ojos cuando el debutante mallorquinista Molinero se quedaba atrás al tirar la línea del fuera de juego. Sousa recibió de Uche y batió a un Moyà en salida desesperada. Corría un minuto y medio y el Mallorca ya se veía en desventaja.

El Mallorca funcionaba a ráfagas, embarullado en el área rival y candoroso en terreno propio. El Getafe, al contragolpe, tuvo todas las facilidades para combinar y buscar desmarques y pudo cerrar el primer tiempo con una ventaja mayor. Uche, Belenguer y Casquero desaprovecharon sus oportunidades, pero, otra coincidencia numérica, los getafenses se volvieron a adelantar al minuto y medio de la segunda parte con un gran disparo de Sousa a la media vuelta.

El primer síntoma de mejoría del Mallorca llegó con un penalti forzado por Víctor. Ibagaza lo ejecutó sin problemas. Pero la expulsión de Pereyra pareció matar el partido. Nadie contaba ya con que apareciera Arango. Nadie le esperaba. Porque, aunque es capaz de lo mejor, también ha demostrado que puede diluirse. Arango, que mantiene una relación de amor-odio con la grada, decidió que era el momento de acallar los silbidos. Y lo hizo a su manera: corriendo hasta el borde del área y desatando su zurda de oro. Dos veces, dos golazos. El segundo y el tercero, el del empate y el de la victoria. El último tanto del Mallorca lo marcó Ramis, suplente, canterano y central.