Los túneles del intercambiador de Príncipe Pío retiran 2.500 autobuses de la superficie

Un túnel de entrada y otro de salida permitirán en las próximas semanas sacar 2.500 autobuses de la glorieta de San Vicente y del paseo de la Florida. Son los vehículos de las líneas urbanas e interurbanas que transportan viajeros cerca del intercambiador de Príncipe Pío. A partir de mañana, y de forma progresiva, los vehículos dejarán las paradas en superficie, se irán instalando en la gran estación y conectarán con la A-5 (autovía de Extremadura) desde las dos nuevas vías subterráneas de 400 metros. Ambos túneles de uso exclusivo para autobuses estarán abiertos al tráfico mañana a primera hora, pero no funcionarán para líneas nocturnas.

La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, inauguró el nuevo intercambiador de Príncipe Pío el pasado 8 de mayo, en plena precampaña electoral. Desde su apertura oficial, la infraestructura ha estado funcionando al 20% de su capacidad, según reconoció ayer el consejero de Transportes, Manuel Lamela.

Las dos nuevas vías subterráneas que conectan con la A-5 abren mañana

La inauguración de los túneles se ha retrasado por trabajos arqueológicos en la zona, que han sacado a la luz un yacimiento del Mioceno Medio de la Época Terciaria con 13 millones de años de antigüedad, según datos de Transportes. Además, en las inmediaciones de la puerta de San Vicente se han descubierto también restos de un asilo de lavanderas del siglo XIX y la cimentación de una torre de abastecimiento de agua del siglo XVI.

La primera planta del intercambiador de Príncipe Pío está reservada a la llegada de autobuses. La segunda, que también abre al público mañana, para los trayectos de salidas En cada una están distribuidas 16 dársenas dispuestas alrededor de un área central. Transportes estima que por sus pasillos transitarán unos 210.000 madrileños al día.

A Príncipe Pío, junto a la antigua estación del Norte, llegan las líneas 6 y 10 de Metro, el ramal Ópera-Príncipe Pío -también del subterráneo-, las líneas C-7 (Alcalá de Henares-Colmenar Viejo) y C-10 (Villalba-Tres Cantos) de Cercanías de Renfe, ocho líneas urbanas de autobuses y 13 interurbanas. Estas últimas, conocidas como las blasas, son las que recorren los municipios del entorno de la autovía de Extremadura (A-5). Dan servicio a los municipios de Alcorcón, Móstoles, Navalcarnero, Brunete, San Martín de Valdeiglesias y Villaviciosa de Odón.

El traslado de las diferentes compañías de transporte público al intercambiador se realizará por fases. La próxima semana comenzarán a entrar los vehículos de Alcorcón. La siguiente, los de Móstoles.

Las líneas procedentes de Navalcarnero y Villaviciosa de Odón ya operan desde el interior de la estación. Desde hace cinco meses, unos 500 autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) y de los citados municipios tienen paradas dentro.

Los vehículos de la compañía privada La Sepulvedana, que conectan Madrid con Segovia y que usan a diario unas 2.500 personas, también se trasladarán de su actual terminal del paseo de la Florida al intercambiador en las próximas semanas, tras negociar un canon con la Comunidad.

El de Príncipe Pío es el segundo intercambiador abierto de los cuatro previstos por el Gobierno regional en Madrid, tras el de Plaza Elíptica o de Fernández Ladreda. Quedan pendientes las multiestaciones de Moncloa y de plaza de Castilla, que también se anunciaron en la anterior legislatura. Lamela anunció ayer que esperan tenerlos listos a principios de 2008.