Metamorfosis hacia el centro

Nuevo Socialismo. Así ha denominado en los últimos meses el secretario general del Partido Socialista Madrileño (PSM), Tomás Gómez, el proyecto de renovación del partido que él encabeza.

En teoría, la conferencia política que los socialistas celebran este fin de semana en el Palacio Municipal de Congresos pretende dar contenido de fondo a este Nuevo Socialismo. Para ello, los socialistas, en lugar de convocar a la reflexión a los militantes -lo habitual-, han optado por invitar a más de 300 organizaciones regionales de todo tipo, repartidos en 21 mesas de trabajo. Lo han llamado "abrir puertas y ventanas" a la ciudadanía.

Al evento asistieron organizaciones como la FERE, el Colegio de Médicos o CEIM

El foro tuvo unos 2.000 asistentes, de los que menos de la mitad eran militantes, según Gómez. "Escucharemos lo que tiene que decir el conjunto del tejido asociativo y, después, haremos una reflexión interna para asumir lo que tengamos que asumir", explicó.

Las mesas de trabajo fueron a puerta cerrada para la prensa. Pero sólo algunos de los invitados daban ya una idea de hacia dónde se dirige el nuevo socialismo madrileño. Organizaciones como la Federación Española de Religiosos de Enseñanza (FERE), el Colegio de Médicos o la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) eran hasta ahora huéspedes más propios de las reuniones del PP. "Ha sido una invitación generosa que hemos agradecido, por darnos la oportunidad de dar nuestro punto de vista", explicó el presidente de FERE, Emilio Díaz, que expuso en la mesa dedicada a educación su defensa de la libertad de elección de la enseñanza. Pero aseguró que, aunque Gómez parece dispuesto a que haya cambios en el discurso educativo, "lo tiene difícil", porque "la militancia sigue sin ser consciente del batacazo electoral".

Sin embargo, la metamorfosis socialista ya ha empezado. Y va hacia el centro. Lo confirman algunas claves. Como que en los últimos cuatro años el PSM ha defendido ardientemente la enseñanza pública, pero sólo la que engloba a los colegios de titularidad pública. Ayer, de la mesa de educación el propio Gómez destacó que se había hablado de la necesidad de reforzar la inversión de la enseñanza "sostenida con fondos públicos". "Nos referimos a la educación pública y a la concertada", precisó.

También en materia de sanidad hay cambios. Si el equipo del anterior secretario general, Rafael Simancas, criticó con dureza la gestión privada de los hospitales que construyó Esperanza Aguirre en su mandato anterior, ahora comienza a hablarse tímidamente de las bondades de la gestión externa.

Más notas de cambio en la mesa de seguridad: los socialistas han sido estos últimos años poco proclives a las Bescam, la policía local financiada por el Gobierno regional. El documento presentado ayer a debate defiende una Ley de Cofinanciación de las Policías Locales, "que otorgue fuerza legal al apoyo presupuestario" de la Comunidad de Madrid, de forma que no pueda eliminarse por voluntad política, según explicó el portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, David Lucas.

Quizás el debate más esperado era el de fiscalidad, que lo hubo, pero en los pasillos. La edil Isabel Vilallonga pretendía llevarlo a la mesa de economía. Había presentado un documento donde alertaba del peligro de convertir las regiones en "paraísos fiscales" si eliminan impuestos. No pudo exponer su postura: la mesa se alargó y no hubo tiempo. Uno de los asistentes recordaba con sorna que habían hablado de la "importancia de las aceitunas de Campo Real, el anís de Chinchón y el prestigio de los filetes de ternera en la sierra". Gómez bromeó a su vez que no se habló de impuestos, porque "no hay un colectivo con intereses en materia de fiscalidad". "Es una conferencia de ciudadanos", defendió.