"Si no piensas, estás muerto"
Lleva cuatro años repartiendo caramelos con el Barcelona. Así calificó Frank Rijkaard el juego de Andrés Iniesta (Fuentealbilla, Albacete; 1984). La definición del entrenador ha hecho fortuna y en Inglaterra ya se conoce al volante azulgrana como El Dulce, mientras que en la Liga española ha pasado de ser Andresito a ser don Andrés. La mayoría coincide en que el centrocampista manchego está en su mejor momento de forma, tarea en la que ha empleado mucho tiempo.
Pregunta. ¿Es así?
Respuesta. Cumplir los sueños cuesta. Yo lo pasé muy mal al principio y ahora veo a los chavales que vienen a vernos entrenarnos por las tardes y pienso que yo era uno de ellos. Eso no se pierde nunca como referente. Por eso me hace más feliz oír que estoy en mi mejor momento en el Barça. El curso pasado ya se decía y ahora lo repiten. Me gusta esa lectura. Eso es bueno. Señal de que voy progresando.
"Hace un año ya se decía que estaba en mi mejor forma. Me gusta esa lectura. Señal de que voy progresando"
"Nunca he hecho de Ronaldinho, 'Ronnie' es único. Cuando juego, juego como Iniesta. No como nadie más"
P. ¿Sintió alguna vez que Rijkaard no le valoraba?
R. No; siempre tuve muy claro lo que pensaba de mí y lo que quería que hiciera. Y él también sabe lo que pienso.
P. Pues nunca se ha oído una queja suya.
R. Yo también me cabreo si no juego. Pero debo respeto al entrenador y a mis compañeros. Una plantilla que se respeta es fundamental para luchar por los títulos. Juegue quien juegue. ¿A qué lleva quejarse? Ya sé que hay gente que lo hace, pero no es mi carácter.
P. ¿Tiene usted carácter?
R. Depende de lo que se entienda por carácter. Si es salir al campo y dar una patada, no lo tengo. Yo quiero jugar y si no juego me cabreo. Y si juego y me pisan y el árbitro no dice nada, también.
P. No lo parece, o cada vez le pillan menos.
R. Es por el otro día, ante el Zaragoza, ¿no? Nunca me habían dado tantas patadas. Bueno, uno tiene sus trucos. Antes chocaban conmigo y salía volando. Ahora, por lo menos, ya no me tiran tanto, es verdad. En el campo hay que usar la cabeza en todo momento.
P. ¿Cómo lleva lo de jugar un día aquí y otro allí? ¿Es la polivalencia una suerte o una maldición?
R. Es bueno, una ventaja, porque puedes jugar en muchas posiciones y lo que me gusta es estar en el campo. Además, si el míster te pone es porque puedes rendir.
P. ¿Es difícil adaptarse?
R. Hay mucho de cabeza, de capacidad de adaptación. Cuando uno quiere aprender, aprende. No tiene nada que ver jugar de pivote o en la banda. Siempre he jugado en el mediocampo, pero en La Masia, de vez en cuando, me cambiaban de posición para aprender el trabajo del compañero. Pero en la banda, en punta, no jugué hasta llegar al primer equipo.
P. Usted idolatraba a Guardiola. Ahora juega en el sitio que ocupa Touré. No es lo mismo.
R. No tienen nada que ver. Touré es un jugador muy físico, pero tiene un buen criterio con el balón. No tengo nada que ver con él, pero la idea, juegue él o yo, es la misma. No me siento incómodo.
P. ¿En el ataque juega con inspiración y en la defensa con cabeza?
R. Cabeza, siempre. Si no piensas, estás muerto. Pero hay más inspiración que colocación.
P. ¿Se divertía más haciendo de Ronaldinho?
R. Nunca he hecho de Ronaldinho. Ronnie es único. Cuando juego, juego como Iniesta, no como nadie más. Sabía que con Ronnie lesionado existía esa posibilidad y el míster me dio su confianza. Jugué y jugué bien, así que me alegro de haber podido ayudar al equipo. Está claro y me siento útil.
P. Y alabado. Cruyff dice que juega usted como Laudrup...
R. Ojalá me pareciera en algo. Tenía un póster suyo en mi habitación. Uno de Guardiola y otro de Laudrup. Eran mis ídolos. El que Cruyff me compare con uno de ellos me hace mucha ilusión.
P. De elegir, ¿preferiría la posición de Laudrup, la de Ronaldinho o la de Guardiola?
R. Son posiciones diferentes. De mediocentro, mejor que no te la juegues en el uno contra uno. En punta, debes buscar el regate. Es menos vistosa, pero, cuando juegas ahí y haces bien tu trabajo, la satisfacción es la misma que cuando lo haces más adelantado. No se me ha dado mal la banda. Igual porque me he encontrado bien físicamente y las cosas han salido bien. Además, el equipo está enchufado y eso ayuda si cambias de posición. Lo que quiero es jugar. De portero [sonríe], como decía Rijkaard, mejor que no. Pero, si es de mediocentro, encantado.
P. ¿Hacer de Ronaldinho no es un peso muy grande?
R. No hago de Ronnie: hago de mí. Nadie sustituye a nadie.
P. Dice Deco que se podía negar y decirle al míster 'mire, yo ahí no juego', pero que no lo hace y eso le honra.
R. ¡Lo digo y no juego más!
P. ¿Hay intocables en el Barça? ¿Es usted uno de ellos?
R. Ni yo ni nadie. Todos debemos sentirnos importantes. Lo que hará que peleemos por todos los títulos será que cada uno dé lo mejor y que la plantilla se respete. Y que todos hayamos estado a un nivel alto. Un día jugará uno y al siguiente otro. El equipo está bien y tiene ganas de hacerlo mejor. El reto es ir mejorando.
P. Tras empatar en Santander y Pamplona, las críticas fueron duras. ¿Eran justas?
R. No jugamos bien y ya sabemos cómo es esto. Cuando el Barça no juega bien, es un drama. Y cuando mejora, parece que seamos un equipo invencible. Pero nosotros tenemos nuestra valoración y sabemos que, al dejar de hacer algunas cosas, tenemos problemas. Si perdemos el ritmo del balón, si no presionamos arriba y no tenemos juego de posición, se nos complican las cosas. Queremos, pero a veces no sale bien y entonces llega un momento en que debes reaccionar. Lo hicimos ante el Lyon y estamos en un momento ascendente. No sé explicarlo. No queríamos jugar mal en Pamplona, pero fue así. El inicio no fue el esperado.
P. No habrá intocables, pero sentar a Ronaldinho parece un sacrilegio.
R. Jugar al nivel de Ronnie es lo que tiene. En cuanto no estás fino en un partido, se crea un debate impresionante. Pero repito: lo que tenemos que hacer en la plantilla es respetarnos y saber que uno no es más que otro. Todos tenemos derecho a jugar y decide el míster. Nadie es mejor que nadie y, para mí, un equipo no funciona sólo con un hombre. Ahí está el ejemplo de nuestro portero.
P. ¿Qué le pasa a Víctor Valdés?
R. Está mal que lo diga porque es de mis mejores amigos, pero es uno de los mejores porteros del mundo y en un equipo como el Barça pasa inadvertido.
P. Claro, juega con Messi.
R. Sí, es increíble. Con su edad, uno no sabe adónde puede llegar. Pero un equipo es Messi y es Valdés. Lo somos todos. ¡A veces nos montamos unas películas!
P. ¿Como lo de que usted no mete goles?
R. Es verdad que debería meter más: el año pasado metí seis en la Liga, pero son pocos. No aspiro a luchar por el pichichi, pero debo tener más gol. Ahora llevo uno y porque he metido dos seguidos en la selección española se dice que allí veo puerta y aquí no. Películas.
P. Pero lleva dos partidos en el banquillo con Luis Aragonés.
R. Sí, pero en los cuatro anteriores fui titular. Eso no significa que Luis no cuente conmigo. Y parece que no haya jugado nunca.
P. ¿Quién tiene la culpa de lo que sucede en la selección?
R. Todos. Estamos pagando la derrota en Belfast, pues lo de Suecia entra dentro de lo posible. En el fútbol ya nadie regala nada y las cosas cuesta ganarlas. Como siempre, si lo logramos es que los jugadores son muy buenos y si no la culpa es del técnico.
P. Lo que no pasa en todos los sitios es tanta lesión muscular.
R. Cada jugador es un mundo. Debe de haber alguna razón, pero la ignoro. Lo que me preocupa es el compañero, no lesionarme yo.
P. ¿Y seguir detrás del Madrid una semana más?
R. No; después de lo del año pasado, sólo quiero ser líder cuando acabe la ultima jornada.
P. ¿Ya está superado?
R. Teníamos que reaccionar sí o sí y lo hemos hecho.
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