Tráfico y rallies
El sábado pasado se celebró en el pueblo cántabro de Cóbreces el habitual rally (anual o de temporada). Al margen del respeto por el acontecimiento deportivo y el disfrute popular, cabe preguntarse (y me gustaría hacer las preguntas a la DGT): ¿por qué los coches empiezan a circular días antes, "ensayando" clandestinamente en el circuito? ¿Por qué no se observan apenas las disposiciones legales para este tipo de carreras (situación de personal y protecciones en las curvas, etcétera)? ¿Por qué no hay nadie que supervise tales requisitos y en una curva en ángulo recto, justo delante de un restaurante, antes y después de la carrera pasan los coches a velocidades prohibitivas? ¿Por qué hay un número excesivo de guardias civiles "en la playa" (para organizar...), y no hay ninguna vigilancia después de las carreras en que los coches circulan "a todo gas" por los aledaños del pueblo, carreteras vecinas, y pasan a esas velocidades por un tramo de 300 metros de la carretera del pueblo donde coinciden un quiosco de prensa, una panadería, dos restaurantes y la salida de una escuela (sin clase ese día, cierto, pero...)? ¿Por qué la noche antes y después del evento los coches atronan con sus motores a los vecinos, circulando a sus anchas y haciendo gala de los estruendosos tubos de escape (de las 23.00 en adelante...)? ¿No se le puede preguntar al director de la DGT si estos acontecimientos deportivos no podrían ayudar también a concienciar a la ciudadanía de que hay que conducir seguro? ¿Es que porque se celebre un rally todo vale, todo está permitido y dejamos de ser ciudadanos? Parece ser que, como se dice, la DGT se propone más bien recaudar que educar.
Al día siguiente del desmadre generalizado, te puedes encontrar en la bajada de Vispieres a Puente San Miguel, con la Guardia Civil que multa a quienes van a trabajar a las fábricas de Torrelavega, "porque no han respetado el límite de velocidad" (50 kilómetros por hora), en un tramo ancho, de buena visibilidad y escaso peligro de colisión... Es un lugar fácil para multar.
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