Rotaciones en discordia
Schuster mueve de nuevo el cesto y recupera en el centro del campo al trío más sólido: Diarra, Sneijder y Guti
Nueve partidos oficiales, nueve alineaciones diferentes. Y hoy, ante el Lazio (Canal +, 20.45), la décima. Por el camino, un equipo ganador, pero con un juego en declive. Un equipo, el Real Madrid, que desde la segunda jornada de la Liga ha digerido muy mal los cambios ordenados por su técnico, Bernd Schuster, al que comienza a crispar el tema de las rotaciones: "No tengo nada que discutir con la prensa. Ustedes [los periodistas] están encantados hablando de este asunto todos los días. Se lo pasan divinamente. Pero ya sé que cuando se está en el Real Madrid hay que ponerse una barrera aunque te llamen de todo". Frente al Lazio, un equipo deficiente y recién salido de la bancarrota, que juega la Liga de Campeones beneficiado por las sanciones del Moggigate que condenaron al Juventus y el Milan, Schuster moverá de nuevo el cesto.
"Los cambios permiten que todos estemos en alerta y nos sintamos importantes", matiza Raúl
"Ustedes
Lesionados Robinho, Pepe y Metzelder, el técnico alemán se plantea dar vuelo a Salgado y Heinze en los laterales y a Higuaín en el costado derecho. Sneijder, Diarra y Guti militarán en el centro del campo, con lo que el equipo recuperará su trío más sólido. En Getafe, el pasado domingo, el eje madridista, con Gago y Drenthe, resultó un fiasco.
Schuster está convencido de tener una gran plantilla y, en su primer año en un banquillo de élite, considera que es necesario girar la ruleta en cada cita. "Tenemos la obligación de cambiar porque hay muchos partidos. En Italia, algunos equipos sólo se dedican a la Liga de Campeones, pero nosotros somos el Real Madrid y también estamos exigidos en la Liga y la Copa", sostuvo ayer en Roma el entrenador. Raúl le echó un capote: "Las rotaciones permiten que todos estemos en alerta, que todos nos sintamos importantes".
Por mucho que Schuster se altere ante los medios, lo cierto es que, con los cambios, el juego del equipo se ha resentido. La noria ha girado en exceso antes de que el equipo definiera su molde. El alemán, cuando apenas ha tenido un par de meses para explorar a su plantilla, tiene una extensa y notable nómina de futbolistas, pero no hay tanta polivalencia como presupone. Algunos puestos no tienen doblaje. Sobre todo, en el centro del campo, donde sólo los titulares de hoy ofrecen garantías. Hay jugadores como Drenthe, Higuaín y Sneijder que se mudan a menudo de puesto, como si el técnico aún no hubiera dado con su posición exacta en el mecano. Tan sólo Casillas, Cannavaro, Sergio Ramos y Raúl se han mantenido en activo en todos los encuentros. Los resultados han disimulado la decadencia del juego.
"Tenemos la suerte de que el Papa es alemán", ironizó ayer Schuster al referirse a la inmensa fortuna que tuvo el Madrid en Getafe.
Ante el Lazio, un conjunto sin individualidades, de corte tosco y epidermis puramente italiana, el Madrid estará obligado a tomar el control del partido, algo que no ha logrado en sus últimos envites domésticos. Pero ya se sabe que en Italia es otra cosa y, salvo el Milan y el Roma, no hay escuadra que se estire por principios. Es algo cultural, el genoma que distingue al calcio.
Así que al Madrid no le quedará otro remedio que dar un paso al frente y gobernar el choque. Una victoria en el Olímpico romano le dejaría en una posición muy ventajosa respecto a sus rivales de grupo y, de paso, Schuster podría ampliar su probeta en las últimas fechas de esta fase de clasificación. Pero mucho antes el Madrid tendrá que haber definido su estilo. Y no es lo mismo con unos jugadores que con otros. Máxime, cuando se cambian de seis en seis.
Lazio: Ballotta; Behrami, Stendardo, Cribari, Zauri; Mudingayi, Ledesma, Mutarelli; Mauri; Rocchi o Makinwa y Pandev.
Real Madrid: Casillas; Míchel Salgado, Cannavaro, Sergio Ramos, Heinze; Diarra, Guti; Higuaín, Raúl, Sneijder; y Van Nistelrooy.
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