El PP llevará la bandera a los pueblos nacionalistas y pide a la gente que defienda a España el día 12

El PP ha decidido echar toda la leña al fuego del asunto en el que se mueve con más comodidad: la guerra de banderas. Tras la gran manifestación de marzo en la plaza de Colón, que concluyó con un sonoro "¡Viva España!", el PP ha decidido seguir esa estela y ayer presentó una campaña de Nuevas Generaciones con el lema Nuestro Orgullo, Nuestra Casa, Nuestra Gente, Nuestra Nación, Somos España. Para presentarla, el PP situó en el centro del acto a Ángel Acebes, y a su lado, junto a Ignacio Uriarte, líder de Nuevas Generaciones, a Daniel Sirera, presidente del PP catalán, y María San Gil, su homóloga en el PP vasco, precisamente las dos comunidades donde muchos alcaldes nacionalistas rechazan colocar la bandera española en sus ayuntamientos.

La campaña tiene varios puntos. El más polémico, que augura situaciones conflictivas, lo anunció Uriarte: él mismo acudirá a los ayuntamientos donde no se cumple la ley de banderas a entregar una enseña española, "para que no puedan decir que no la tienen". Lo harán desde hoy mismo, aunque el propio Uriarte, conocedor de lo conflictivo de la iniciativa, admitió que dependerá de las "garantías de seguridad" que tengan. El PP también llamó ayer a todos los ciudadanos a movilizarse el 12 de octubre, la Fiesta Nacional, y acudir al desfile militar. "A salir a la calle para defender con alegría lo que somos, la fiesta de España y de todos los españoles", explicaron. "Representamos a los catalanes que creen en España", concluyó Sirera. "En Euskadi tenemos mucha carencia de España", aplaudió San Gil. Acebes descartó reclamar la suspensión de la autonomía vasca tras el desafío del lehendakari, pero pidió recuperar el artículo que podía enviarlo a la cárcel por convocar un referéndum y culpó al Gobierno de que ahora "haya una consulta con fecha fija".

Por otra parte, Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, y Eduardo Bautista, de la Sociedad General de Autores, se reunieron ayer para fijar los plazos para la elección del texto que podría convertirse en la letra oficial del himno nacional.