Urbanita exclusivo

El S-Wing es un escúter grande que hace encontrarse cómodos a los conductores más altos, pero los pequeños se sentirán mejor todavía, porque se llega bien al suelo. Aunque por tamaño puede parecer algo torpe y pesado, se maneja con facilidad y es más ágil de lo que aparenta. Una de las claves es la posición de la pantalla y el cuadro de instrumentos, que van anclados directamente al chasis y dejan el manillar libre de cargas.El motor es una auténtica delicia, porque acelera con gran suavidad y sin la menor vibración. En los primeros metros no responde con mucha energía, pero una vez lanzado muestra un comportamiento excelente. Y las suspensiones y frenos forman un conjunto muy equilibrado en zonas viradas y aportan una gran sensación de seguridad a ritmos rápidos.Con estas virtudes, una calidad de acabado sobresaliente y un equipamiento de primera, el S-Wing 125 entra por la puerta grande en la categoría de los escúteres GT. Impacta por su confort y ergonomía, protege muy bien del aire, tiene un motor muy refinado y transmite una gran seguridad en marcha. Y sólo se echa de menos una mayor capacidad de carga.

Como es casi habitual en otros escúteres similares, el S-Wing monta un motor monocilíndrico de cuatro tiempos, pero en este caso con cuatro válvulas, refrigeración líquida y la sofisticada inyección electrónica PGM-FI. Esta avanzada mecánica rinde 13 CV a 9.000 vueltas y ofrece sobre todo unos consumos y emisiones ajustadísimos que permiten cumplir de largo las normas anticontaminación de motos más exigentes (Euro 3).El bastidor está formado por una columna central de tubo de acero a la que van atornillados los componentes. Equipa una suspensión delantera telescópica, con unas robustas barras de 33 milímetros y dos amortiguadores atrás con la precarga del muelle regulable. Los frenos son de disco en ambos ejes, y la pinza delantera incluye tres pistones, el del centro para actuar en combinación con el freno trasero cuando se utiliza éste.