El triste delito de ser animal
Un hombre mata a siete cachorros de perro y otro dispara contra dos gatos
Mica y Calcetines, dos preciosos gatitos de tres meses, recibieron el pasado 16 de septiembre varios disparos de una escopeta de aire comprimido. Su único y grave delito fue molestar a un vecino con su presencia. Ahora se recuperan de sus heridas. Tres días después, otros siete cachorros, pero en este caso de perro, murieron presuntamente a manos de su dueño, que les arrojó a un contenedor de basura. En este caso se desconoce la falta que cometieron. Allí los encontró el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) gracias a una llamada de unos vecinos que alertaron a los agentes.
La Guardia Civil ha localizado a los supuestos autores de ambos casos de maltrato animal. El presunto autor de la muerte de los perros es un hombre de 72 años, vecino de Algete, que se enfrenta a un delito contra la flora y la fauna. El hombre que supuestamente tiroteó a los perros tiene 71 años y reside en Brunete. Los agentes le han imputado un delito de maltrato animal por tirotear con una escopeta de aire comprimido a los gatos.
"Es la manera habitual de deshacerse de las camadas", aseguran desde la Guardia Civil
Los cachorros de perro no sobrevivieron mucho tiempo a su nacimiento. Su dueño decidió deshacerse de ellos el pasado día 19 de septiembre. Las causas se desconocen, aunque un portavoz de la Guardia Civil recuerda que "ésta era la manera habitual hace años de deshacerse de las camadas no deseadas de perros o gatos".
La intervención vecinal ha sido crucial para localizar al presunto autor de su muerte. El Seprona recibió una llamada de unos vecinos que habían observado cómo un hombre se deshacía de los perros.
La patrulla de Torrejón de Ardoz se puso en marcha inmediatamente y localizó el lugar donde se pudo dar muerte a los cachorros. Más tarde encontraron un contenedor de basura. Allí estaban sus cuerpos. En un principio los congelaron hasta que pudieran identificar al dueño.Unos días antes, el 16 de septiembre, un vecino de Brunete decidió acabar con dos gatos comunes de tres meses, Mica y Calcetines, propiedad de una vecina de un chalé contiguo al suyo.
Los dos animales saltaron la valla de su casa para explorar mundo. Su paseo no llegó más allá del jardín de al lado. Allí se toparon de bruces con una escopeta apuntándoles. El vecino disparó y alcanzó a ambos gatos. Calcetines recibió el impacto de un balín que quedó alojado en el tejido subcutáneo de su oreja derecha. Mica tiene un orificio de entrada en la parte inferior de la mandíbula derecha. El balín quedó alojado bajo la conjuntiva de su ojo derecho.
La dueña de los gatos llamó desolada a El Refugio, una organización que denuncia el abandono y maltrato de los animales y gestiona un centro de adopción. Nacho Paunero, presidente de El Refugio, comenta que se han personado como acusación en el Juzgado de Móstoles. "Parece mentira que alguien pueda liarse a tiros con unos gatos indefensos", se lamenta.
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