Willy
Willy Toledo se apodera del centro de la nueva serie de Cuatro, Cuestión de sexo. Tiene simpatía, poder de convicción, llega. El guión le ayuda, le ayudan sus colegas; están a gusto. Lo transmiten, así se ve en casa, como diría Monegal. Cuentan un drama que es una comedia a la vez, y desde un lado y desde el otro consiguen el clima adecuado para una serie que aspira a durar. El capitán de la serie, Willy Toledo, se ha puesto también en el centro de la campaña con la que la cadena ha lanzado uno de sus productos estrella de la temporada; es natural. La historia de Toledo, su estatura teatral y cinematográfica, se ha cimentado en la práctica; no viene de teorías ni de actuaciones esporádicas; es de una escuela que se ha hecho en pequeños escenarios teatrales, se hizo en los márgenes del teatro, subió a la televisión (si puede decirse así) actuando en programas que le iban bien a su modo de ser y de estar, y jamás vendió su alma de actor (lo dijo aquí, en unas declaraciones: "Nunca lo haré") por papeles brillantes que le llevaran a abdicar de sus convicciones.
Por esas convicciones tuvo una sonada disputa en el pasado no tan remoto con la entonces ministra de Cultura, Pilar del Castillo, y seguirá siendo un poco quijote, como lo es en esta misma serie. Ahora creo que le han encargado que se estudie el papel de Jaime Gil de Biedma, y será el poeta.
Aquí le han pedido que haga de marido engañado, y nada más empezar la serie la trama está en su cara y en el desarrollo de sus gestos, se tiene bebido el papel, y lo veremos ascender por la vis cómica y por la vis dramática de la que le dotó su naturaleza. Su naturaleza, por cierto, tiene una mezcla que a lo mejor le faculta para esa versatilidad que está en la serie misma; es hijo de tinerfeño del profundo sur y de vasca del profundo norte. Es la mezcla de la que nace; el resultado es sabiduría; se ve aquí, se vio en el pasado, se verá. La serie lo disfruta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.