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Columna
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Qué dice la mano de Madrid 2016

A Juan Urbano, que, como sabemos, es filósofo, sentimental y del Madrid, lo desconcertó, tal vez como a mucha gente, la mano que ha ganado por votación popular el concurso de logotipos para representar la candidatura de nuestra ciudad a los Juegos Olímpicos del año 2016. Después de mirarla un buen rato, no supo si le gustaba o no, pero tampoco supo qué decía esa mano con dedos de colores extendidos: si era una mano de saludar o de despedirse; una mano de mandar parar, de hacerse ver en la multitud o incluso de pedir socorro; una mano de pedir la palabra; o la mano antes pintada de blanco que protestaba en las calles contra los asesinos; o la mano de Rafael Alberti cuando llegó a Madrid después de treinta y ocho años de exilio y diciendo "me fui con el puño cerrado y vuelvo con la mano tendida"; o la mano de Dios de Maradona, que ahora es de Messi, aunque eso qué más nos da, si para desdicha de nuestros ojos uno fue ayer y otro es hoy del Barcelona, y todo el mundo sabe que, jueguen contra quien jueguen, todos los goles de los azulgrana son contra el Real Madrid, y viceversa...

Juan Urbano no supo cuál de esas cosas hacía mejor esa mano con la inicial de Madrid recortada en la palma, pero sí qué le gustaría que significase. Si era una mano de saludar, sería bueno que hablara de una ciudad que de aquí a 2016 volviera a ser la ciudad de todos los que llegan a ella, incluidos los inmigrantes a los que algunos tienen en sus obras o sus tierras en condiciones intolerables, esos que se queman por cuatrocientos euros o caen desde los andamios sin un contrato en el bolsillo, sin una nómina en el banco, sin una casa en la que vivir... Y si era la mano de las despedidas, que fuera para decirle adiós a la especulación, y el racismo de cuatro locos con bandera y al desempleo. Y si era la mano de mandar parar, que detuviera el tráfico insufrible de Madrid y ayudase a devolverle las calles que hoy son propiedad de los coches a los ciudadanos.

Si la mano que representará a Madrid fuera la mano de pedir socorro o hacerse ver en mitad de la multitud, podría representar a tantas personas como tienen problemas reales que son sepultados por los problemas políticos, que en la mayor parte de las ocasiones no sólo no son los mismos sino que son todo lo contrario, hablan de cosas que están tan arriba, tan a desmano de la gente normal. Y también sería magnífico que nunca tuviera que volver a ser la mano pintada de blanco, aquella con cuya pintura sobrante hoy pintan otras cosas otros; ya me entienden, capas de pintura que sirven para engañar, para confundir, para esconder la suciedad que hay debajo de ella. ¿Y si fuera la mano de Rafael Alberti? A Juan Urbano le pareció ésa una de las mejores opciones, tanto por lo que era como por lo que no era, es decir, porque es lo contrario del puño cerrado del arzobispo de Madrid y sus compañeros de pancarta, Rouco y sus hermanos. ¿Se dan cuenta de que a "rouco" sólo le falta una ese para tener las mismas letras que "oscuro"?

A muchos profesionales del diseño no les ha gustado la mano que será el logotipo de Madrid 2016, y en su mayoría dicen que sus dedos con los colores de los anillos olímpicos es poco original, que se parece a los de Movistar, Ayuda en Acción, el Ayuntamiento de Móstoles, el anagrama de la campaña en pro del consumo de fruta 5 al día, al lema turístico de Castilla-La Mancha, a las manos abiertas del Partido Andalucista y de la Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción, a las manos dobles de Manos Unidas, el Fórum Barcelona 2004, la plataforma ¡Basta Ya!... Y, como remate, Javier Mariscal, que fue el autor de la llama olímpica en forma de eñe que representó a Madrid 2012, sentenció que "cuando se toma una decisión populista de este tipo, luego hay que atenerse a las consecuencias y apechugar con el logotipo elegido". Pues vaya, porque, desde luego, "apechugar" no es un verbo en el que se pueda celebrar un guateque. Juan Urbano se fue a su casa pensando que lo que importa de esa mano no es lo que diga, sino lo que refleje. ¿Logrará Madrid, con Juegos Olímpicos o sin ellos, que esa mano sea de saludo, de mandar parar, hacerse ver, pedir la palabra, tenderse al rival y celebrar los goles del Madrid? Vale, y los del Atlético, Getafe y demás... ¿cómo se ponen?

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