Ronaldinho contra Ronaldinho
La recuperación del punta del Barça es prioritaria tanto para su reintegración como para su traspaso
Aunque la plantilla del Barça sólo se entrenaba por la tarde, a Ronaldinho se le vio ayer por dos veces en el Camp Nou, siempre en la camilla de la enfermería, tratándose de su lesión en el gemelo de la pierna derecha. Después de no participar en la Copa América con Brasil y de completar la pretemporada -"¡Calma míster, calma! La vida no es así", se le escuchó comentarle a Frank Rijkaard en un entrenamiento-, el brasileño sólo se ha perdido tres entrenamientos y el partido en casa contra el Sevilla (2-1), pese a que ha sido sustituido otras tres veces. La última en el Camp Nou ante el Lyon (3-0), partido en el que empezó a escuchar algunos pitos de la hinchada.
El jugador continúa con tratamiento y no jugará contra el Zaragoza para evitar un plebiscito
"Ahora mismo es difícil quitar a otro jugador para ponerle a él", reconocen los técnicos
Aunque la plantilla del Barça sólo se entrenaba por la tarde, a Ronaldinho se le vio ayer por dos veces en el Camp Nou, siempre en la camilla de la enfermería, tratándose de su lesión en el gemelo de la pierna derecha. Después de no participar en la Copa América con Brasil y de completar la pretemporada -"¡Calma míster, calma! La vida no es así", se le escuchó comentarle a Frank Rijkaard en un entrenamiento-, el brasileño sólo se ha perdido tres entrenamientos y el partido en casa contra el Sevilla (2-1), pese a que ha sido sustituido otras tres veces. La última en el Camp Nou ante el Lyon (3-0), partido en el que empezó a escuchar algunos pitos de la hinchada.
Al cambio se le unió el viernes la duda que le planteó Rijkaard sobre si había violado el código de orden interno. Ronnie se irritó y abandonó el ensayo alegando molestias musculares, con la decisión tomada de que no se sometería a ningún referéndum popular mientras no se encontrara en plena forma. No jugó el sábado y tampoco jugará mañana contra el Zaragoza. Al igual que al entrenador, la lesión le sirve de argumento para soslayar el problema de fondo, que no es otro que el de la implicación del delantero tanto en las prácticas como en los partidos.
Los compañeros le cubren en cada declaración. Messi le dedicó los dos goles del sábado y ayer Zambrotta afirmó: "Todos somos adultos. No pasa nada por salir 48 horas antes de un partido si se sale sólo para tomar una copa y no para emborracharse. No hace daño". La actividad de Ronaldinho fuera del campo no ha disminuido, de la misma manera que su incidencia sobre el equipo ha menguado. Fuentes próximas al futbolista aseguran que, a fin de cuentas, Ronaldinho compite contra Ronaldinho, contra el jugador que fue, el mejor del mundo. Haber dejado de serlo complica su realidad.
"No es solo un problema físico, que también, sino de cabeza. Ronnie le cambió la cara al club con su sonrisa y ahora está triste", comentan personas próximas al jugador. "Ronaldinho no está en su mejor momento, pero debemos ayudarle a que no se sienta apartado", comentó Joan Laporta anoche en El Larguero de la Cadena Ser. El presidente del Barça estimó que el punta estará frente al Stuttgart la semana que viene. "Hay que recuperarle en lugar de lincharle", dicen a su vez en el vestuario. La directiva y los técnicos ponen a jugadores como Deco y Márquez de referentes para Ronaldinho. "Aspiramos a que Ronnie, a sus 27 años, siga por el mismo camino" expone la junta. A favor suyo juega que el equipo es consistente y puede competir de momento sin el concurso del brasileño. "Ahora mismo es difícil quitar a otro jugador para ponerle a él", dice el cuerpo técnico.
La salida de Belletti y Motta ha aislado un poco más a Ronaldinho, que guarda una buena amistad con el núcleo duro del equipo, especialmente con Messi y Deco. Hay quien incluso ha reseñado en el vestuario que la actuación de Henry ante el Lyon fue más deficitaria que la del gaucho y, sin embargo, la crítica indultó al francés. "No se le perdona lo que ocurrió el año pasado, cuando no se ganó ningún título", insisten personas de su entorno. El más locuaz fue su hermano y agente, Roberto de Asis: "Muchas cosas de las publicadas han sido de forma dirigida, y se podrían haber evitado", comentó a Rac 1. "Nosotros no hemos dañado la imagen del club y el jugador se ha cuidado porque sólo sale cuando puede", zanjó.
Roberto de Asis entiende que la directiva no ayuda precisamente a solucionar un contencioso que provoca a diario un eco internacional. La prensa inglesa recordaba ayer el interés de Roman Abramovich por contratar a Ronaldinho para el Chelsea, y en Milán se insiste en que Silvio Berlusconi tiene un talón guardado para contratar al brasileño. El consejo que preside Laporta, en cualquier caso, asegura que ni ahora, ni tampoco en el verano pasado, cuando se diseñaba la nueva plantilla, ha recibido una oferta por el jugador, cuyo contrato acaba en 2010 y contempla una cláusula de rescisión de 170 millones de euros. La junta, por lo demás, deberá retocar el próximo año el acuerdo con el futbolista, que percibe alrededor de unos 10 millones de euros, por una cuestión fiscal. Al cumplirse su quinto año en el fútbol español, Ronaldinho pasará de pagar el 24% de su sueldo a abonar un 43% en el próximo ejercicio fiscal.
Al club, de todas maneras, le conviene que Ronaldinho, que ha mejorado su contrato dos veces, se recupere cuanto antes para mantener el caché económico de la entidad -percibió dos millones por cada amistoso de la gira por Asia- y el impacto que genera la figura del 10, que pasó por una crisis parecida con su selección a partir del Mundial de Alemania del año pasado. El barcelonismo recuerda todavía cómo la directiva de Joan Gaspart tuvo que malvender a Rivaldo al Milan después de rechazar una oferta de 8.000 millones de pesetas del Lazio.
"Ronaldinho cambió al Barcelona y ahora es Ronaldinho el que tiene que cambiar", coinciden en la directiva. Rijkaard, mientras tanto, deja que sean las circunstancias las que resuelvan el conflicto. El entrenador no quiere precipitarse después que la pugna de egos se resolviera por sí sola: Eto'o está lesionado y Ronaldinho, de momento, también. El técnico no quiere que se reproduzca un contencioso muy propio en el Barcelona: crear un ídolo para que se coma al anterior.
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