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Crónica:Fútbol | Cuarta jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Güiza salva el empate para un Mallorca fallón

El Almería saca oro de una jugada aérea y las paradas de Cobeño

Desde el inicio, el Mallorca dio la sensación de querer -y de poder- resolver el expediente con rapidez. Sin apenas esfuerzo, los baleares se agenciaron el dominio aplastante del balón y, en apenas 15 minutos, dispusieron de dos oportunidades inmejorables para avanzarse, primero, y sentenciar después. Pero ni Güiza ni Arango fueron capaces de superar, mano a mano, a un brillante Cobeño. Lo cierto es que, hasta la media hora de partido, no hubo noticias del Almería, pero el Mallorca pecó de exceso de confianza. Tan fácil lo vieron los de Gregorio Manzano que, aún sin haber tomado ventaja en el marcador, perdieron la tensión de forma escandalosa en cuestión de segundos. Un error en defensa de Nunes, que no se coordinó bien con Moyà, convirtió un inofensivo balón bombeado en la ocasión que estaba esperando el Almería. La presión de Uche y Mané bastó para que los andaluces convirtieran en gol su primera llegada al área rival. No se lo podía creer Manzano: sus hombres pasaron de demostrar una superioridad incontestable a temblar como un flan con cada acercamiento del contrario.

ALMERÍA 1 - MALLORCA 1

Almería: Cobeño; Bruno, Acasiete, Carlos García, Cisma; Uche (Natalio, min. 54), Soriano, Cabrera, Mané; Corona (Melo, min. 78) y Negredo (Juanma Ortiz, min. 68). No utilizados: Diego, Pulido, Dos Santos, José Ortiz.

Mallorca: Moyà; Héctor, Ballesteros, Nunes, Tuni; Jonás (Valero, min. 74), Pereyra (Basinas, min. 68), Ibagaza, Varela (Víctor, min. 57); Arango y Güiza. No utilizados: Lux, Ramis, David Navarro, Castro, Valero.

Goles: 1-0. M. 34. Mané, a pase de Uche. 1-1. M. 81. Güiza, tras una jugada entre Valero e Ibagaza.

Árbitro: Lizondo Cortés. Mostró la tarjeta amarilla a Héctor y Carlos García.

Unos 18.000 espectadores en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.

El Mallorca prolongó su pájara tras la reanudación. Abducido Ibagaza, el conjunto insular siguió sin encontrar un líder sobre el campo, pero la candidez defensiva del Almería le facilitó las cosas. Entonces apareció de nuevo Cobeño, estelar en la tarde de ayer. El portero andaluz salió airoso de su segundo envite directo frente a Arango y minutos después salvó otros dos disparos a bocajarro de Güiza. El desacierto continuado de los mallorquines envalentonó al Almería, que se esforzó para poner en apuros a Moyà en vez de dedicarse a guardar con celo el botín obtenido. Ahora con más espacios, el Mallorca acabó encontrando el gol a diez minutos del final, gracias a una internada de Valero, que Ibagaza acompañó con una finta y que Güiza remató, esta vez, lejos de las manos de Cobeño. Aunque las espadas estuvieron en alto hasta el último momento, el marcador no se movió más y el resultado final le supo a rayos a todo el mundo.

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